Prologo

 

Durante unos meses habia estado habiendo en mi país distintos ataques terroristas. Matan gente, principalmente personas que están endeudadas de alguna manera con ellos, pero también gente inocente. Esto hace que el gobierno mande al ejército a las ciudades en las que hay más peligro, como es el caso de mi ciudad, que en poco tiempo, se ha convertido en uno de los municipios más inseguros del país.

Se supone que uno debe sentirse mas seguro porque los federales se encuentran vigilando la ciudad, pero es lo contrario, la gente vive con miedo. No puede ir uno caminando por la calle porque si pasan federales, lo cual no siempre es una mala señal, puede significar que pronto por esos lugares se iniciara un tiroteo.

Me di cuenta que la ciudad se mantenía tranquila por un tiempo y después habia tiroteos, entonces durante un tiempo la ciudad estaba desierta, especialmente por las noches, cerraban las escuelas y solo por alguna necesidad muy fuerte salía alguien de su casa. Después de un tiempo las cosas volvían a la normalidad,  y así se iba repitiendo la misma situación una y otra vez. Esa era como una manera de decir “Sigo aquí, no olvides que yo mando aquí”.

Pero todo esto fue hace dos años. Porque después de 10 meses de que los terroristas se manifestaran de esa manera, decidieron dar pasos mas grandes y atacaron al presidente del país.

Así fue como se desató la guerra en todo el país de Shoi Kang y las cosas empeoraron aun más.

El día que todo comenzó se encendieron todas las televisiones de la nada con el símbolo del escudo de México, y mostrando de inmediato la cara de una persona hasta ese momento desconocida para muchos. Su nombre: Jisun

Nos dijo que desde este momento el nos iba a gobernar, que nuestro presidente habia caído y que el tomo el poder. Cualquiera que intentara detenerlo o siquiera cuestionara sus mandatos terminaría como todas las personas que ya habían muerto en manos de los terroristas ahora conocidos como los subordinados de Jisun

Hubo muchas perdidas, principalmente quienes cuestionaban los mandatos de Jisun, pero también otras eran por delincuentes independientes que andaban por las ciudades.

Durante estos dos años el país ha estado en guerra, una completa inseguridad existe en las ciudades. Ni siquiera en tu propia casa puedes estar a salvo, y eso lo comprobé un día regresando de la escuela.

Flash back

Acababa de llegar de clases, saqué mi copia de las llaves de mi casa para entrar cuando noté que la puerta estaba abierta. Pensando que habia llegado alguien de mi familia y olvido cerrar la puerta entré a casa.

-¿Mamá? ¿Papá? – Dije pero solo el silencio me respondió-¿Hay alguien en casa? – seguí preguntando pero nadie respondía. Busqué por todas las habitaciones de la casa hasta llegar a la sala, en donde encontré a mis padres y mi hermano muertos. Sus cuerpos tirados en el suelo bañados en sangre, la cual habia manchado un poco los sillones y casi por completo el piso.

Fin del flash back

Demasiada sangre ya habia visto en ese tiempo por lo que no me dio asco, de hecho no sentí nada en ese momento, solo me dediqué a sacar los cadáveres de mi casa y limpiar el piso. No reporté nada a las autoridades puesto que uno ya no sabe ni en quien confiar, quien es bueno y quien no lo es.

Por la noche, estando acostada en mi habitación lista para dormir, me puse a pensar en todo lo que pasó en el día hasta que el recuerdo de mi familia llegó a mi mente. Fue en ese momento cuando un vacio inexplicable se instaló en mi pecho y entonces la tristeza me invadió. Me abracé a una de mis almohadas y lloré. Casi toda esa noche lloré. No supe exactamente a que horas me dormí pero cuando fui a la escuela al día siguiente no tenía energías para nada por mi falta de sueño.

Aquella vez fue la única que llore por la perdida de mi familia. Me propuse a mi misma a ser fuerte, y eso es lo que hago día con día.

Todo ha estado yendo normalmente en la escuela, estas semanas la ciudad se ha mantenido tranquila, sin tiroteos ni nada por el estilo.

Me encuentro en clase de matemáticas cuando llegan unos uniformados a la escuela pegando hojas por los pasillos, no alcanzo a distinguir desde mi lugar que es lo que dicen, solo se pueden ver fotografías. Pienso que no es nada importante, pero tengo un mal presentimiento, y como la curiosidad me gana, alzo mi mano para hablar

-Profe ¿puedo ir al baño? – El maestro voltea a verme y asiente. Salgo del salón y cuando estoy fuera del alcance de la vista del profesor empiezo a checar aquellas hojas.

Veo los rostros de las personas que se encuentran ahí, en su mayoría jóvenes, pero no vienen nombres, solo se ofrece una recompensa a quienes los entregue a “las autoridades” o sea… seguidores de Jisun. Comienzo a observar con detenimiento los rostros que ahí aparecen y ¡¿Esa soy yo?! … imposible…

 

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