Un nuevo día comenzaba y Jae Joong se lamentaba por enésima vez el asistir a aquella preparatoria en la que ya llevaba casi 3 años.
Le gustaba mucho estudiar y pasaba horas incontables en la biblioteca de la escuela pero al mismo tiempo detestaba asistir ahí porque apenas ponía un pie en el aula y ya lo estaban molestando.
No entendía la razón por la que cierto grupo de amigos lo odiaban tanto, pero aun así no podía hacer nada al respecto. Puesto que 5 contra 1 era demasiado.
-Hey nerd, pásame la tarea – dijo Park Hyun Cheol, o como sus amigos lo llamaban, Karam, cuando el pelinegro se sentó en su lugar y sacó su cuaderno de la materia.
-No quiero – dijo Jae Joong sin voltearlo a ver, haciendo enojar al castaño, porque nadie le negaba algo a él
-¿Disculpa?, no te escuché – dijo con tono arrogante al mismo tiempo que le arrebataba el cuaderno y le golpeaba la cabeza con él. Y Kim Jae Joong nuevamente no pudo hacer nada.
Se dispuso a sacar un libro de su mochila para leer pero cuando estaba por agachar la cabeza hacia su maleta para buscarlo una bonita mano masculina se posó con fuerza sobre su mesa, asustándolo. Jae Joong volteó hacia arriba, encontrándose con el perfil de Jung YunHo, su compañero de clase, quien miraba hacia donde se encontraba Hyun Cheol copiando rápidamente la tarea. Dijo unas cosas que el pelinegro no logró escuchar y fue con paso rápido y seguro hasta el muchacho.
-Eso no es tuyo – dijo el moreno quitándole el cuaderno de las manos.
-Tampoco tuyo – le respondió Karam, levantándose para enfrentarlo
-Es de Jae Joong, déjalo en paz de una vez –
-¿Y quién me va a impedir que lo siga molestando?, ¿Tú?, yo hago lo que quiero niño –
-Pues haz lo que quieras, menos molestar a Jae Joong, o primero tendrás que pasar sobre mí –
-¡Ja!, ya te quisiera ver – y YunHo fastidiado de la actitud de ese tipo alzó su puño para golpearlo directo en la cara pero entonces el profesor entró al salón, haciendo que cualquier intento de lastimar al muchacho que el moreno tenía, tuviera que dejarlo para después.
-Toma, esto es tuyo – dijo YunHo cuando le dio su cuaderno de vuelta a su dueño y después se fue a su lugar para poner atención en la clase.
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Mientras YunHo iba caminando por la concurrida cafetería de la preparatoria, escuchó como el grupo de amigos de Karam, quienes siempre se sentaban en la esquina cercana a la ventana que daba al patio del establecimiento, hablaban en una especie se susurros, pero que de todos modos era lo suficientemente audible para él, por lo que disimuladamente se quedó escuchando lo que decían y entonces todo su cuero se paralizó, temiendo por la vida de aquella persona a la apreciaba tanto.
Inmediatamente se alejó del lugar para que los cinco chicos no se dieran cuenta de que los estaba espiando y no meterse en problemas.
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Jae Joong iba de regreso a su casa ese día, sus padres acostumbraban recogerlo porque sabían de quienes molestaban a su hijo pero en esa ocasión no habían podido por estar ambos ocupados, así que el pelinegro iba caminando.
Normalmente cuando se iba solo le gustaba quedarse un rato en la playa, le parecía un lugar tranquilo para leer y cuando empezaba a oscurecer se iba para evitar la marea alta.
Estaba leyendo un nuevo libro que rentó de la biblioteca cuando sintió las manos de una persona en sus hombros, empujándolo fuertemente.
-¿No te han dicho que es peligroso estar solo en la playa?- dijo Karam con burla en su tono de voz y haciendo un simple movimiento con su mano le ordenó al resto de sus amigos que se acercaran.
-¿Qué haces aquí?- pregunta Jae Joong fastidiado
-Solo encargándonos de que tu presencia no nos vuelva a molestar – y esa sola frase hizo que el muchacho temiera.
Se levantó rápidamente de la arena para correr y los cinco jóvenes que querían hacerle daño lo siguieron. Jae Joong no era el mejor corredor y el correr en la playa empeoraba las cosas por lo que terminó cayendo y siendo atrapado.
-¡Ayúdenme!, ¡Auxilio! – gritó Jae Joong y Hyun Cheol lo golpeó
-Nadie puede escucharte Jae Joong, es tu fin –
-¿Por qué me odias tanto?, ¿Qué te hice? – pregunta Jae Joong sintiéndose más desesperado aún.
-¿Qué acaso no lo recuerdas Jae Joong? Todo fue por tu culpa en secundaria – y sin dejar al pelinegro decir una palabra más los cuatro muchachos que lo sostenían lo lanzaron al mar, dejándolo que se ahogara en las aguas heladas de la playa en enero.
Jae Joong quiso mover sus brazos y nadar hasta la playa, o al menos hasta un lugar no tan profundo en el que pudiera tocar fondo, pero su cuerpo estaba congelado. Nadar en esas aguas en esa fecha era prácticamente un suicidio y aunque el pelinegro supiera nadar no podía hacer nada.
Justo cuando sintió que era el fin, pudo distinguir como dos brazos lo tomaban y lo arrastraban fuera del agua.
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YunHo cayó en la arena cuando por fin se liberó del agua. Frotó sus brazos con fuerza para entrar un poco en calor pero era inútil. El estar empapado y entre el viento de invierno hacía que se sintiera igual que estarse congelando en el océano. Volteó hacia Jae Joong que yacía en la arena con los ojos cerrados y de inmediato se puso a verificar que estuviera respirando.
Un suspiro helado salió de sus labios cuando comprobó que el pelinegro estaba vivo y lo cargó con las pocas fuerzas que le quedaban para llevarlo hasta la casa de playa que su familia tenía muy cerca de ahí.
Jae Joong dijo algunas cosas sin sentido mientras iba en los brazos de YunHo hasta que entraron en la pequeña cabaña.
-Hace… mu… cho… frío – susurró el pelinegro temblando.
-Lo sé, ya pasará – le dijo YunHo dejándolo sobre una de las camas.
Se aseguró de que Jae Joong siguiera diciendo incoherencias porque era la única manera en la que sabía que seguía vivo y fue a buscar algunas cobijas.
La casa era solamente un cuarto para dormir, una pequeña cocina, un baño y una sala con tres sillones.
YunHo sabía exactamente qué hacer en ese tipo de situaciones en las que alguien está en peligro de morir por hipotermia, pero al ser Jae Joong a quien debía de quitarle la ropa mojada lo hacía ponerse sumamente nervioso
-Jae Joong te juro que lo que haré no tiene ninguna mala intención – dijo como si el chico estuviera escuchando y lo fuera a detener y empezó a desnudarlo.
La parte de arriba de su ropa fue fácil, pero cuando llegó a los pantalones sintió sus manos detenerse.
“Debes actuar rápido Jung YunHo, la vida del chico que te gusta está en juego” se regañó mentalmente y dejó al muchacho en ropa interior y le puso las cuatro pesadas y gruesas cobijas encima. Procedió a quitarse su propia ropa y quedando en las mismas condiciones que Jae Joong se metió en él dentro de las cobijas y lo abrazó para entrar en calor. Porque es bien sabido por todos que la mejor manera de evitar morir de frío por hipotermia es el calor corporal.
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Pero aquel abrazo bajo las cobijas era solo el principio. Jae Joong temblaba demasiado y eso preocupaba a YunHo.
-Ya vas a estar bien – lo consoló el moreno frotándole la desnuda espalda con una de sus manos, mientras lo apegaba más a su cuerpo, sintiendo la respiración del pelinegro en su pecho.
Teniendo a Jae Joong tan cerca de él lo hizo entender que esa necesidad de protegerlo que tenía era amor, tan solo eso. Se golpeó mentalmente por no haber llegado a esa conclusión antes y después sonrió por haberse enamorado de esa persona que se veía por detrás de las cortinas de la habitación. En ese momento se dio cuenta de que Jae Joong había dejado de temblar y lo abrazaba con fuerza también. Entonces Jung YunHo se dejó sumergir en el mundo de los sueños.
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Por la mañana Jae Joong comenzó a despertar cuando sintió los rayos del sol en la nuca. Abrió los ojos lentamente al darse cuenta de que estaba siendo abrazado por alguien y dirigió su mirada hacia arriba encontrándose con el rostro tranquilo de Jung YunHo, aquel compañero de clase que siempre le había parecido genial y al que siempre había admirado, más aun cuando lo defendió.
Se movió un poco y YunHo abrió los ojos y volteó a verlo.
-Hey, estás vivo – dijo con cierto tono alegre en su voz
-Si – dijo el pelinegro apenado
-¿Cómo te sientes?, ¿Tienes frío? –
-Ya no… ¿Qué pasó? –
-Te salvé, estabas casi inconsciente cuando te saqué del agua, por suerte no necesitaste reanimación – sonrió y acarició el cabello de Jae Joong haciéndolo sonrojar – Te traje a la casa de playa de mi familia y dormimos abrazados bajo cuatro cobijas para no morir congelados – y fue justo en ese momento en el que Jae Joong se dio cuenta de que estaba abrazando a YunHo estando semi desnudo.
Sonrojado trató de alejarse pero YunHo lo apretó más fuerte aún, acercándolo de tal manera que sus rostros estaban a solo pocos centímetros.
-YunHo… -
-Jae Joong no sé si es un buen momento pero… me gustas – declaró el moreno sin dejar de mirar los ojos negros del chico en sus brazos.
-Yo… - Jae Joong se encontraba sin palabas. Había estado enamorado de ese muchacho por tanto tiempo pero siempre pensó que era un amor completamente unilateral y el estar escuchando aquellas palabras venir por parte de su amor platónico eterno era como un sueño.
-Estaba tan asustado de perderte, casi mueres frente a mis propios ojos. No podía evitar decirte lo que siento después de que nos ha sido dada esta nueva oportunidad – siguió hablando YunHo e hizo sonreír a Jae Joong
-No sé qué decir, esto es… - dijo Jae Joong tratando de encontrar las palabras correctas a como se sentía pero el moreno lo interrumpió
-No tienes que decir nada – y estando consciente de que era algo atrevido le robó un beso al pelinegro, que para su sorpresa fue respondido, de manera algo torpe, pero eso no le importó a YunHo, él ya era sumamente feliz.
-Debo ir a casa… deben estar preocupados por mí – dijo Jae Joong después de terminar el beso
-Buscaré algo de ropa – se levantó YunHo de la cama y fue al armario para ver si encontraba algo. Estaba seguro que la última vez que había estado en ese lugar con su familia había dejado algo de ropa.
-Toma, puedes usar esto. Es lo más chico que tengo – le dejó el cambio de ropa en la cama y él se fue al baño a cambiarse.
Jae Joong se puso la ropa y se quedó sentado en la cama pensando en todo lo que había sucedido. YunHo se confesó frente a él y se becaron. La sensación que se instaló en su pecho era una que hace mucho tiempo no sentía, pero la recordaba a la perfección y estaba seguro que esta vez era más intensa.
-Listo – salió YunHo del baño y se acercó a Jae Joong – Te llevaré a tu casa – y salieron de la casa hacia el auto de YunHo.
El camino fue silencioso. Jae Joong estaba demasiado nervioso para decir algo y YunHo no quería preguntar algo por lo que el pelinegro se fuera a molestar o sentir mal, porque moría de la curiosidad por saber la razón por la cual Karam y sus amigos lo molestaban tanto.
-Llegamos – se estacionó justo en frente de la casa del pelinegro y este salió del auto junto con YunHo y fue hasta la entrada, en donde se detuvo.
-Gracias por salvarme… Y… te regresaré esto después – dijo Jae Joong señalando la ropa que traía puesta. – Nos vemos – pero antes de que pudiera entrar a su casa YunHo lo jaló del brazo hacia su cuerpo y lo envolvió en un cálido abrazo.
-Te quiero Jae Joong, cuídate – y el pelinegro se sonrojó, más aun cuando YunHo escondió la cara en su cuello. Jae Joong correspondió el abrazo del moreno y con un ligero beso en los labios se despidió y entró en su casa.
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-Estoy en casa – dijo débilmente Jae Joong y cerró la puerta principal para irse a su cuarto, pero no pudo avanzar más de dos metros porque su madre se levantó del sillón en el que aparentemente había pasado toda la noche sin dormir y abrazó a su hijo
-Jae ¿En dónde estabas?, me tenías muy preocupada – Y al sentir las lágrimas de aquella mujer en su hombro Jae Joong se sintió mal por ella y le contó todo lo sucedido
-¡Aigoo!, ¿Cuándo dejarán de molestarte?, no entiendo porque lo hacen –
-Ya déjalo. Estoy aquí, eso es lo importante – dijo el pelinegro para que ya no se preocupara su madre.
-Hablaré con tu padre sobre esto de todos modos, ya es mucho –
-Iré a mi cuarto – y subió las escaleras directo al único lugar en el que podía estar realmente en paz, en el que podía llorar, reír o enojarse mientras leía los miles de libros que tenía y simplemente, en donde era él mismo.
Tomó un baño caliente de media hora y después se acostó a dormir en su cama, sin darle mucha importancia al frío que estaba sintiendo y cubriéndose hasta la cabeza con las cobijas.
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Pasadas varias horas el doctor Kim llegó a su casa después de una cansada jornada de trabajo. Saludó a su esposa y fue a la habitación de Jae Joong, donde sabía perfectamente que su hijo estaría, probablemente leyendo sobre su sillón. Pero al entrar se sorprendió de verlo dormido.
-Jae, despierta – dijo su padre quitándole de la cabeza todas las cobijas que lo cubrían, pero el pelinegro no respondía.
-Jae Joong – y al tocarle el rostro fue cuando se dio cuenta de que su hijo ardía en fiebre.
De inmediato se dedicó a atenderlo, quedándose con él hasta altas horas de la noche cuando después de unos antibióticos y toallas mojadas con agua fría la temperatura decidió bajar.
-Appa- habló el pelinegro sin abrir los ojos
-¿Qué pasa?, ¿Te sientes mal todavía?, ¿Te duele algo? –
-Estoy bien, ve a descansar – dijo Jae Joong sabiendo que su padre partiría muy temprano a Estados Unidos a un congreso médico
-Está bien Jae, no es tan tarde, me quedaré contigo – le cambió la toalla de la frente por una más fresca y dijo – Además voy a buscar antes de irme alguna escuela para ti –
-No – respondió de inmediato Jae Joong
-¿Qué?-
-No quiero cambiarme de escuela – ahora si abrió los ojos y se sentó para poder enfrentar a su padre.
-Jae casi te matan –
-No quiero cambiarme –
-¿Por qué? –
¿Se enojaría su padre si le dijera que la única razón por la que seguiría en aquella preparatoria era por un chico que le gustaba?, su familia estaba al tanto de su orientación sexual desde hace unos años, pero aun así se preguntaba si su padre tomaría como algo lo suficientemente válido el seguir aguantando bullying solo por una persona.
-Hay alguien que me gusta –
-…-
-Y él corresponde mis sentimientos… él me salvó papá… quiero estar con él – dijo Jae Joong sin despegar su mirada mi un instante de la de su padre.
-Hablaremos de esto cuando regrese de Estados Unidos. Por ahora descansa y de todos modos no irás a la escuela mañana –
-¡Pero appa! – reclamó el pelinegro
-No te cambiaré… aun. Solo te prohíbo como tu doctor asistir a clases estando enfermo –
Y sin decir más se fue a dormir. Dejando a Jae Joong tranquilo de alguna manera al saber que tenía probabilidades de estar con YunHo.
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YunHo esperó en la entrada de la escuela a Jae Joong el viernes por la mañana. Estaba seguro de que Karam y su grupo de amigos le harían daño si lo veían llegar, así que lo esperaba para protegerlo.
Pero en toda la media hora que estuvo parado ahí no tuvo ni seña del pelinegro, ni siquiera cuando el timbre para el comienzo de las clases de escuchó.
Preocupado sin encontrar una razón para estar así se metió al salón, desesperado porque las clases terminaran pronto y pudiera ir a ver a Jae Joong.
-¿En donde está tu noviecito?, oh espera, el ya no está en este mundo – dijo Karam cuando lo vio llegar al salón, riéndose al creer que Jae Joong realmente había muerto.
Esto hizo que la poca paciencia que poseía se esfumara y se levantó enojado de su asiento, importándole poco que el profesor le estuviera ordenando sentarse de nuevo. Porque si a Hyun Cheol no le importaba ¿por qué debería de importarle a él lo que dijera el profesor?
Se acercó a Karam y lo tomó del cuello de la camisa y le dio un fuerte golpe en el rostro, dejando que la sangre manchara su puño y la camiseta del uniforme del castaño que empezó a gritar del dolor.
-¡Jung YunHo fuera de mi clase! –
-Ya me iba de todos modos – dijo más para sí mismo que para el maestro y salió del lugar.
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Jae Joong estaba desayunando mientras veía televisión en la sala. Debía admitir que aunque se había quejado por no poder ir a clases a la vez estaba a gusto en su casa porque no había nadie que lo molestara.
Comía unas galletas cuando el timbre de su casa sonó y se levantó a abrir la puerta.
-YunHo –
-Hola –
-¿Qué haces aquí? – pregunta algo sorprendido, pues para nada se esperaba ver al moreno por la mañana en su casa cuando debía estar en la escuela
-Me sacaron de clases por golpear a Karam y estaba preocupado porque no fuiste –
-Oh… Mi padre no me dejó ir… tenía mucha fiebre ayer –
Jae Joong dejó pasar a YunHo a la casa y se quedaron en la sala platicando. Entonces la voz de la Hye Rin, la madre del pelinegro, se escuchó por la casa y después su presencia se hizo visible
-Oh, ¿Quién es él? – apuntó con su dedo durante unos segundos a YunHo, quien sonrió tímidamente e hizo una pequeña reverencia.
-Soy Jung YunHo, amigo de Jae Joong – sintió realmente extraño decir la palabra “amigo” cuando ya se habían besado dos veces, pero la verdad era que no sabía que clase de relación tenían puesto que no habían hablado aún de ello.
-Ya veo… Eres el primer amigo que Jae trae a casa… - dijo pensativa la mujer, tratando de recordar alguna ocasión en la que algún compañero los haya visitado – En fin, ponte cómodo – le sonrió al fin y se fue a la cocina
-Vamos a mi cuarto – dijo Jae Joong sabiendo que si se quedaban en la sala su madre pronto aparecería de nuevo y comenzaría a interrogar a YunHo, sin importarle si se sentía incómodo o no.
Una vez dentro de la habitación del pelinegro, YunHo habló.
-¿Estás mejor?, ¿Ya no estás enfermo? –
-Ya estoy bien, mi padre es doctor –
-Ya veo… eso es bueno – un silencio incómodo se estaba comenzando a formar entre ellos pero el moreno habló de nuevo.
-Jae Joong – dijo con un tono de voz que al mencionado le pareció muy distinto al que usaba normalmente
-¿Si? – habló nerviosamente, observando como el moreno se acercaba lentamente a él, haciéndolo sentarse en la cama al topar con ella mientras retrocedía inconscientemente. Cuando sintió a YunHo muy cerca de él, al grado de que ya podía sentir su respiración sobre sus labios, cerró los ojos, esperando una respuesta.
YunHo lo besó, sin decir nada más. Tan solo movieron sus labios a un ritmo tranquilo, tomándose tiempo para respirar y volver a besarse, saboreando al otro chico.
Con mucha fuerza de voluntad YunHo se separó de Jae Joong y le dijo
-Se mi novio –
-¿No lo éramos ya? – le dijo de manera sarcástica y sonrió.
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Después de todo un fin de semana discutiendo con su padre, Jae Joong por fin pudo convencer al doctor Kim de dejarlo quedarse en esa escuela. Incluso le presentó a YunHo, quien resultó ser hijo del abogado Jung, un viejo amigo del doctor cuando estaban en la preparatoria.
El pelinegro estaba sacando de su casillero unos de sus libros cuando llegó Karam a tirarle la mochila, pero entonces llegó YunHo y el castaño detuvo sus acciones.
-Recógelos – le ordenó YunHo a Karam quien de inmediato le hizo caso para no sufrir más por los golpes del moreno. Una vez había sido más que suficiente para comprobar la fuerza que el chico poseía y no quería alguna otra parte de su cuerpo fracturada aparte de su nariz.
Jae Joong sonrió entonces por primera vez en los tres años de preparatoria que llevaba y supo que todo estaría bien y ya no le harían más daño porque su novio Jung YunHo estaría a su lado para defenderlo y cuidarlo de todo.
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Ahora si mi ausencia tiene una muy buena y razonable excusa XD : El cargador de la laptop se descompuso y la computadora de escritorio estaba DEMASIADO lenta, pero ya me regalaron una laptop nueva YAY!!!!! y traje esto que escribi como la mitad en mi celular ._.
Espero les guste, fue como un desesperante mes de no tener donde escribir y sentia que mi cabeza explotaria en cualquier momento por exceso de YunJae.
Y que mas les puedo decir.
Feliz navidad! Espero hayan pasado este dia con sus seres queridos y lo hayan disfrutado.
Y tambien tomenlo como regalo por el 10 aniversario de DBSK, la inspiracion de todo lo que escribo :)
L@s amo
~Always Keep The Faith~
PD. Aquí el link para la segunda y última parte. Descubran por qué tanto odio por parte de Karam My only comfort 2: La respuesta a tanto odio