El estado de Jae Joong iba mejorando con el paso del tiempo. No era que ya pudiera caminar o sentir algo en sus piernas, pero mentalmente ya se encontraba mejor. El pelinegro iba todos los días a la universidad para seguir con sus estudios en la facultad de medicina. Apenas había pasado una semana desde que había presentado aquellos mortales exámenes en los que, con mucho esfuerzo y demasiadas horas de estudio, pudo salir bien. Ahora le faltaban dos años para terminar sus estudios y así poder comenzar con su vida de doctor, aunque la pregunta de cómo lo haría siempre invadía su mente, prefería no pensar en ello y disfrutar de su vida estudiantil por el momento.
En cuanto a YunHo, estaba haciendo exactamente lo que le había comentado con Lee So Man, aunque secretamente había estado escribiendo unas canciones en su casa cuando tenía ratos libres, aun tenía la esperanza de que Jae Joong volviera a caminar, y si eso sucedía, el estaba dispuesto a pararse de nuevo sobre un escenario, dedicando un disco completo a su amado.
En cuanto a Karam, él no había dado problemas durante estos seis meses que habían pasado desde el incidente del beso, YunHo lo había alejado por completo de su lado, y el chico castaño no podía hacer nada puesto que había comenzado ya su gira por Asia con su grupo.
Aquella mañana de sábado, Jae Joong despertó encontrándose envuelto, como todos los días, en los brazos de su pareja, quien aun dormía plácidamente. El pelinegro se quedó observando al hombre que tenía a su lado, en el cual tenía envueltos sus brazos pasando por su pecho desnudo. Pasó sus ojos por su rostro, analizándolo como si nunca antes lo hubiera hecho, aunque la verdad era que lo conocía de memoria. Recorrió suavemente con sus dedos desde su barbilla, cuello, pecho y abdomen, y se detuvo antes de llegar más abajo, donde la sábana cubría la desnudez del moreno.
Pensó en dormir un poco más, después de todo era fin de semana y no tenia tarea de la facultad, pero una sensación diferente en su cuerpo lo hizo levantar la sábana para ver sus piernas. Estaba seguro que había sentido su pierna derecha moverse, porque sintió el calor que expedía el cuerpo de YunHo.
Se sentó en la cama, separándose un poco de YunHo y se quedó observando aquella parte de su cuerpo en la que había perdido la movilidad hace nueve meses, concentrándose en mover sus piernas aunque sea un poco, como siempre lo hacía. Porque en sus ratos libres cuando YunHo aun no llegaba de su trabajo, él se quedaba concentrado en mover sus piernas, desgraciadamente sin obtener resultado alguno. Pero esta vez sería diferente, porque él estaba seguro que había sentido algo, y grande fue su sorpresa al confirmarlo. Vio como su pierna derecha se movía un centímetro, solo uno, pero eso bastó para hacer que una inmensa sonrisa apareciera en los labios del chico de piel nívea.
Trató de hacerlo de nuevo, esta vez con su pierna izquierda, y batallando un poco más, lo logró, haciéndolo sonreír aun mas.
-¡YunHo despierta! ¡Yun! – le habló algo fuerte mientras lo movía, haciendo que el mencionado abriera los ojos asustado, pues pensó que algo le pasaba al amor de su vida.
-¿Qué pasa Boo? – pregunta a la vez que se sienta como él.
-Mis piernas… mira – hizo que la mirada de YunHo se dirigiera a la parte mencionada y se concentró de nuevo para moverse ese pequeño centímetro, rezando por poder hacerlo de nuevo.
Los ojos de Jung YunHo se abrieron más grandes de lo que pensó que se podía al ver como su Jae Joong movía sus piernas. Colocó una de sus manos sobre la pierna derecha del pelinegro y le dijo
-¿Me sientes? – Jae Joong asintió con los ojos acuosos de la emoción y se lanzó a YunHo en un fuerte abrazo. El moreno le correspondió con la misma fuerza que el pelinegro, porque él también aun recordaba cuando habían estado buscando maneras de hacer volver a caminar al mayor, y lo único que obtuvieron de respuesta de los médicos era “El cuerpo de Jae Joong es muy débil para una cirugía de este tipo, e incluso haciéndola y si el sobrevive, no es 100% seguro que funcione”, y eso había desanimado mucho a Jae Joong, porque él realmente quería volver a caminar, y esa tarde YunHo había dejado a Jae Joong llorar en su hombro toda la tarde en casa, compartiendo su dolor, porque él también deseaba con todas sus fuerzas verlo correr hacia él como antes lo hacía.
-Yun… ¿Crees que pueda volver a caminar? – preguntó esperanzado Jae Joong. Aunque YunHo no fuera doctor, solamente necesitaba su respuesta para creer también.
El moreno solo asintió en respuesta positiva y se separó ligeramente de él para besarlo.
~o~o~o~o~o~ AKTF ~o~o~o~o~o~
YunHo le había dicho a Jae Joong que podían ir el lunes con su doctor para que lo revisara y ver que podían hacer para que el pelinegro caminara de nuevo, pero las ansias del mayor eran tantas que terminaron yendo ese mismo sábado al consultorio.
Pusieron cita en la tarde para poder estar listos y no andar con apuros, y cuando llegaron se sentaron en la sala de espera en la que solo había otras dos personas aparte de ellos.
No pasó ni una hora cuando la secretaria del doctor Han los llamó para pasar al consultorio.
-Jae Joong-sshi dijo que había algo muy importante que decir – dijo el médico
-Si… observe – y concentrándose nuevamente, con todas sus fuerzas trató de mover su pierna derecha, logrando después de unos segundos moverla ese pequeño centímetro que había logrado en la mañana. Asombrado, el doctor le pidió que lo hiciera de nuevo, pero esta vez con la otra pierna, y se sorprendió aun mas cuando el joven frente a él lo logró. Porque Kim Jae Joong era un paciente que no estaba recibiendo hasta ese momento ningún tipo de terapia y tampoco se había hecho ninguna cirugía. Lo único que podía encontrar para describir esto era “un milagro”
-Es sorprendente – Han Su Min se puso de pie, dirigiéndose hacia Jae Joong y YunHo, quienes solamente lo miraron caminar. El doctor colocó una de sus manos sobre la rodilla de Jae Joong y preguntó lo mismo que el moreno en la mañana
-¿Me sientes? –
-Si –
Su Min retiró su mano y llamó a su secretaria
-Comenzaremos con terapia física el lunes a las 5 de la tarde ¿Está bien? –
-Si – dijo pensando en su horario de clases de la universidad, recordando que solo le quedaban unas cuantas semanas de clases, y también pensando en el horario de su pareja.
-Entonces nos vemos el lunes Jae Joong-sshi – se despidió con una sonrisa de ambos chicos y continuó con su trabajo.
Fuera del consultorio, con YunHo y Jae Joong.
-¡Ah estoy tan feliz! – exclamó Jae Joong alzando ambas manos, con una amplia sonrisa en su rostro, dejándose llevar por YunHo que empujaba su silla de ruedas, con la misma sonrisa que el pelinegro.
Se detuvieron al llegar al auto del moreno, la puerta le fue abierta a Jae Joong y este entró por sí solo, la silla fue guardada en el asiento trasero y YunHo subió al asiento del conductor dispuesto a ir a pasear con su novio, o en el último de los casos, a casa.
-¿Qué quieres hacer hoy?- pregunta el pelinegro
-Quiero tener una cita con este chico guapo que está sentado a mi lado, sin tener que disfrazarnos o escondernos, como si no fuera famoso… Quiero ser normal por un día… ¿Quieres? –
-Llévame a donde quieras… después de todo tu eres quien me mueve – respondió riendo
-Entonces iremos de compras… porque es lo que veo en la mirada de Joongie – Y como si fuera un niño al que le ofrecen dulces, los ojos de Jae Joong se iluminaron y una gran sonrisa se formó en sus labios.
Como era de esperarse, la entrada de Jung YunHo al centro comercial atrajo las miradas de todos los presentes, especialmente de las chicas. Jae Joong en ese instante pensó que tal vez no había sido una muy buena idea que su novio saliera del auto sin usar por lo menos una gorra o unos lentes oscuros, ya que vio como varias de las mujeres se empezaban a acercar y simplemente iban rodeándolos a él y su pareja mientras caminaban hacia una de las tiendas de ropa.
Los flashes de las cámaras y la pequeña multitud de fans que había en aquella tienda llamaron la atención de los empleados, quienes se sorprendieron al ver al cantante en su negocio.
Y en cuanto a YunHo, por el momento él hacia como si no pasara nada, él simplemente seguía moviendo la silla de Jae Joong hacia el área de ropa de hombres para que su pelinegro eligiera lo que le gustara.
-¿Te gusta esta camisa? – pregunta YunHo tomando una de las camisas colgadas y mostrándosela a su pareja. El chico asintió y así siguieron eligiendo ropa, hasta que el muchacho en la silla de ruedas susurró
-Yun – llamando la atención del moreno quien de inmediato posó su mirara en él. Entonces vio en sus ojos que no se sentía muy cómodo con todas aquellas personas rodeándolo. Porque Jae Joong era una persona que no le gustaba estar rodeado por tanta gente, en especial si tenían su atención en todo lo que hacía, estar de esa manera era una de las cosas que lo ponían de nervios, y era por esto que odiaba los lugares repletos de gente.
-Chicas ¿Podrían irse? – dijo YunHo dirigiéndose a todas las fans que estaban a su alrededor. –Por un momento en mi vida me gustaría ser un hombre normal que salga de compras con su novio, así que les pido de favor que nos dejen en paz. Ya tomaron fotos y ya me vieron, no les puedo dar autógrafos por el momento, porque en este instante no quiero ser U-Know… solo Jung YunHo… y además están incomodando a mi novio – les dijo de la manera más educada que pudo y poco a poco la multitud se fue deshaciendo.
-¿Esto no te mete en problemas con tus fans? – pregunta algo preocupado Jae Joong
-Estoy seguro que comprenderán… ahora vamos a pagar esto y vayamos al parque – le dijo YunHo comenzando a mover la silla del pelinegro hacia la caja registradora.
Cuando estuvieron el auto de nuevo, el mayor dijo
-Yunhie no tienes que hacer todo esto… Salir a la calle es complicado porque eres una celebridad y… - fue interrumpido por YunHo que se había acercado a su asiento para besarlo en los labios.
-Joongie ¿Cuándo fue la última vez que tuvimos una cita de verdad? –
-…-
-Que yo recuerde fue hace como nueve meses, cuando te llevé a desayunar después de ir por ti a tu casa –
-Está bien Yun… vamos a donde tú quieras – le respondió convencido esta vez, porque el moreno tenía razón. Porque aunque fuera la pareja de uno de los artistas más famosos de Asia, también quería por un minuto que su novio fuera un chico normal y solamente ir a pasear en paz.
-¿Comemos primero? –
-Si quieres ser un chico normal por un día no vamos a ir a esos restaurantes caros que acostumbras, solo pasa a comprar algo de comida rápida –
-Bien – dijo con una sonrisa y puso su auto en marcha hacia algún restaurante con auto servicio.
Después de pedir su comida, YunHo condujo hacia las afueras de Seúl durante media hora, hasta llegar a un lugar de la carretera en el que la mayoría se preguntaría por qué se detiene ahí, si es solamente un lugar inhabitado. Pero para aquella pareja, no era un lugar sin importancia.
YunHo bajó del auto y se dirigió a la puerta del copiloto para abrir la puerta de Jae Joong y ayudarlo a bajar. Empujó su silla de ruedas lentamente alrededor del auto y bajaron de la calle, comenzando a avanzar hacia el bosque. Unos veinte minutos más de caminata y llegaron a una pequeña cabaña, en la cual no vivía nadie desde hace muchos años.
-Te acordaste de este lugar- dijo Jae Joong con felicidad denotada en su voz
-Como olvidar un lugar tan especial para nosotros- le apretó los hombros desde atrás.
Apenas entraron a la cabaña, los recuerdos les dieron la bienvenida.
FLASH BACK
Antes de que YunHo fuera cantante, antes de que Jae Joong empezara a estudiar medicina, cuando eran solamente dos jóvenes de preparatoria enamorados, ellos dos habían decidido escaparse por un día de sus casas y pasar juntos el tiempo.
-Imagina el castigo que nos darán por esto – dijo Jae Joong sin la más mínima preocupación en su rostro, al contrario, se quería reír. Porque acababan de ser descubiertos por los padres del pelinegro en su habitación besándose, y fui ahí donde les tuvieron que decir sobre su verdadera relación.
-Mi familia nos apoya… así que estaremos bien – le dijo ahora YunHo tomando una de las manos del mayor entre la suya apretándola, mientras que su mirada se quedaba atenta al camino que tenía enfrente.
Iban sin rumbo alguno por la carretera en las afueras de Seúl, cuando sintieron como la llanta del automóvil reventó y tuvieron que detenerse
-¿Sabes cambiar neumáticos? – pregunta Jae Joong, preocupado más por el hecho de que están lejos de toda la civilización.
-Pero no tengo un repuesto… de hecho… este era el repuesto – le responde YunHo bajando cada vez más la voz, para evitar ser regañado por el pelinegro
-¡Aish no lo puedo creer! – y cuando dijo eso el cielo rugió fuertemente, haciendo saltar al mayor. Entonces finas gotas de agua comenzaron a caer sobre sus cabezas, y rápidamente se desató la tormenta.
-Será mejor que esperemos dentro del auto –
-Está bien- responde Jae Joong y cuando quiere abrir la puerta, ve que está cerrada con seguro –Ábreme por favor – le dice a YunHo
-¿Está cerrado?... Las llaves están adentro –
-¡Ah! Lo que faltaba… ahora nos mojaremos – levantó sus manos al cielo y después tomó su mochila que llevaba colgada en la espalda y la puso sobre su cabeza, en un intento en vano de cubrirse de la lluvia
-Lo siento… ¿Por qué no caminamos? Hay muchos árboles por ahí… podría cubrirnos algo de la lluvia – dijo Jung tratando de calmar a su novio y sin esperar una respuesta lo tomó de la mano y lo arrastró junto a él fuera de la carretera, en dirección al bosque.
Caminaron durante mucho rato, la verdad ni siquiera habían contado el tiempo porque Jae Joong había estado quejándose de que le dolían las piernas de tanto caminar.
-Una cabaña – dijo Jae Joong señalando la casa
-Vamos – lo jaló más fuerte YunHo
-Espera… me duelen las piernas – hizo un puchero con sus labios. El moreno se acercó al chico y le dio un beso, después de puso de espaldas a él y se agachó
-Sube – Y así el caballero Jung YunHo llevó cargando en su espalda a su princesa Kim Jae Joong, hasta llegar a la cabaña abandonada en el bosque, en la que lo primero que hicieron fue buscar algunas toallas para secarse un poco.
-Creo que la tormenta tardará un buen rato en parar – dijo YunHo observando por la ventana del lugar. Se retiró de ahí y comenzó a quitarse la chaqueta y camiseta que traía, las cuales ya estaban completamente mojadas.
-Que… ¿Qué haces? – pregunta nervioso Jae Joong
-Me quito la ropa mojada para no enfermarme… deberías hacer lo mismo – Cuando estuvo desnudo de la parte superior, se acercó a la chimenea que había en la pequeña casa, y vio que aun tenía algo de leña. Sacó el encendedor que recordó traía en el pantalón y prendió la madera, iluminando el lugar un poco.
Jae Joong se volteó y comenzó a desvestirse como YunHo le dijo, y sin darse cuenta, el moreno ya estaba detrás de él abrazándolo por la cintura y besando sus hombros.
-Yun – se volteó para quedar de frente a su novio y besar sus labios, los cuales le supieron mejor que otras veces, sin poder saciar su sed de ellos por más besos que le diera.
Retrocediendo solo unos cuantos pasos se toparon con la cama matrimonial que había en ese cuarto y se acostaron ahí, sin separarse ni un solo segundo más que para tomar aire cuando sus cuerpos se los pedía.
Besaron el cuerpo del otro como dos bestias hambrientas, como si hubieran estado separados durante mucho tiempo y apenas se hubieran podido reencontrar. Al mismo tiempo se fueron deshaciendo de la parte inferior de su ropa, dejándola tirada en algún lugar de la habitación.
Jae Joong abrió sus piernas dispuesto a entregarse a YunHo, era su primera vez pero sabía que era el momento y la persona correcta, y que no se arrepentiría después de ello. YunHo sin ninguna preparación comenzó a entrar, pero al ver la mueca de dolor y escuchar salir un pequeño grito de la boca del mayor, se detuvo y se alejó solo un poco, lo suficiente como para salir de él.
-¿Estás bien? –
-Si-
-Lo siento… es que realmente no se qué hacer… es mi primera vez también – le dijo algo avergonzado, pero eso a Jae Joong lo hizo más feliz, por ser la primera persona también en la vida de su pareja.
-¿Ni siquiera investigaste un poco? –
-No… no quise ver porno gay –
-En mi mochila… creo que nos podría servir lo que traigo – dijo apuntando a la bolsa que se encontraba a pocos metros de la cama. YunHo estiró su brazo hasta traerla hacia él y metió la mano, sacando una caja de condones y una botella de lubricante
-Así que venias preparado ¿eh? – lo miró alzando una ceja - ¿Tu si viste porno gay? –
-No – dijo ocultando un sonrojo ante la pregunta y golpeándolo levemente en la cabeza – Pero JunSu me dio algunos consejos… tu sabes que él y YooChun… -
-Si… lo hacen todo el tiempo –
-Bueno… dice que duele menos si usas lubricante… y que… como es la primera vez – mientras hablaba iba acercando sus manos a las del moreno, tomando una de ellas y subiéndola hasta un punto en el que fuera visible para los dos – Deberías primero usar tus dedos – terminó diciendo mientras tomaba tres de ellos, como señalando que esos debían ser lo que debía utilizar
-Bueno… ¿Quieres seguir?- pregunta YunHo aun con miedo, porque no quería lastimar a Jae Joong. Había deseado por varios meses hacer el amor con su novio, pero podía seguir esperando por él si así debía ser.
El pelinegro solamente asintió y YunHo esparció lubricante en tres de sus dedos y comenzó a introducirlos uno por uno en la entrada del menor, escuchando como sus quejidos se iban poco a poco convirtiendo en gemidos. Lo preparó cuidadosamente durante unos minutos y después colocó uno de los condones en su miembro, y algo más de lubricante.
-Voy a entrar ya – dijo antes de darle un beso cargado de pasión. Dirigió su miembro a la entrada de Jae Joong y comenzó a entrar lentamente.
Jae Joong sintió el mismo dolor de todos modos, pero aun así sintió que YunHo pudo deslizarse dentro de él con un poco mas de facilidad, por lo que retuvo ese grito que estuvo a punto de salir de sus labios nuevamente.
Cuando el menor estuvo completamente adentro, dirigió su mirada a su novio, quien tenía los ojos cerrados y mordía su labio inferior.
-Ya te he dicho que no hagas eso – dijo YunHo acercando su mano a la boca de Jae Joong haciendo que dejara de morderse el labio – Te he dicho que puedes lastimarte-
-Lo siento –
-Jae… mírame, abre los ojos – El pelinegro le hizo caso, abriéndolos lentamente, observando el rostro de su novio que muy apenas se veía por la poca luz del lugar. Un rayo surcó el cielo y un gran estruendo vino después, pero por primera vez Jae Joong no se asustó, porque tenía a YunHo con él, y sabía que estaba seguro entre sus brazos.
-Puedes moverte ya – le dijo esbozando una sonrisa a la vez que pasaba sus brazos alrededor del cuello del moreno, atrayéndolo hacia su cuerpo para compartir un beso.
Y así Jung YunHo comenzó a moverse lentamente dentro del cuerpo de su pareja, manteniendo un ritmo lento con temor a lastimarlo, pero aumentándolo sin poder evitarlo para que ambos sintieran mas placer.
FIN DEL FLASH BACK
Aquella había sido la primera vez que esos dos amantes se habían entregado el uno al otro en cuerpo y alma, sin nadie que los juzgara por lo que eran y por lo que les gustaba.
Mientras recordaban, ambos se habían acostado sobre aquella cama que fue testigo de su entrega hace muchos años y ya estaban casi desnudos
-¿Lo harás lento y suave como aquella vez? – le preguntó juguetón Jae Joong
-Podría ser solamente una ronda, porque sé que te encanta rápido – le respondió de la misma manera, causando un fuerte sonrojo en el pelinegro.
-Pero no tenemos protección –
-Claro que si… compré hace rato en la farmacia –
-¿No habías ido a comprar pastillas para el dolor de cabeza? –
-Era una mentira Jae… - le dijo comenzando a reír
-Eres un pervertido… lo tenias todo planeado – lo golpeó en la cabeza
-Pero soy tu pervertido –
Y no hay necesidad de entrar en detalles en cuanto a lo que sucedió después de esa discusión, solo que Jae Joong no se podrá sentar correctamente en su silla de ruedas por un rato.