Capitulo 5
-Me iré a Japón – Dijo Ángela a todos en la mesa de la cafetería a la hora de receso de ese día. Todos voltearon de inmediato hacia donde Ángela y se quedaron observándola, no sabiendo que decir, habia mucho silencio en su mesa hasta que Kevin habló
-¡Que genial! Yo también voy para allá – Dijo Kevin sonriéndole y alzando su mano para que Ángela la chocara con la suya. Ambos chocaron manos y luego Kevin preguntó
-¿Cuándo te vas? –
-Mañana –
-¿Solicitaste alguna beca por parte de la escuela o ya tenias planeado un viaje? –
Ángela se quedó pensando un poco ante esa pregunta pero rápidamente respondió
-Ya tenia planeado el viaje – No iba a responderle que iba a irse a la misma escuela que el si no era verdad, sabia que Kevin la buscaría en esa escuela y entonces este se daría cuenta que era mentira.
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El timbre que marcaba el fin de la última clase por fin suena, haciendo que todos los alumnos suspiren aliviados porque otro día de clases concluyó. Ángela recoge sus cosas y se levanta de su lugar como lo hacen todos los alumnos, dispuesta a salir del salón para irse a casa, pero Alex la detuvo.
-Espera… solo un momento –
-mm… ok –
Ángela esperó con Alex como le habia dicho este hasta que todo el salón estuvo vacío, incluso el profesor se habia ido también, cabe mencionar que este se fue casi primero que todos.
-¿Qué pasa? – pregunta Ángela.
-¿Realmente tienes que irte? – Pregunta Alex aun sin soltar la mano de Ángela
-Si –
-Tal vez no nos veamos nunca más, así que… ¿podrías cumplir una ultima voluntad mía? –
-Cla… Claro ¿de que se trata? – respondió Ángela positivamente a la pregunta de Alex, pues aunque le costara admitirlo, le era muy difícil resistirse a esa mirada con la que el la miraba, porque alguna vez ella consideró dejar que su relación con el avanzara a algo mas que una amistad, pero cuando se le presento la oportunidad de irse a Japón, decidió no decir nada pues no podría irse después, no era justo para ninguno de los dos.
-¿Te puedo dar un beso? – Dijo mirándola fijamente a los ojos. Y ella entendió que eso era lo que los dos deseaban desde hace un tiempo. Los ojos de Alex estaban puestos completamente en los de Ángela y ella lo miraba atentamente también. Ella solo movió su cabeza en señal de aprobación y Alex se acercó lentamente hasta que sus labios de rozaron. Solo un roce bastó para que el se volviera adicto a sus labios, y así avanzar un poco mas hasta juntarlos completamente con los de Ángela. Fue un beso tierno, que duro unos 3 segundos, pero habia sido suficiente para Alex y para Ángela también.
-Te… tengo que irme – Dijo Ángela completamente sonrojada una vez se habían separado
-Nos vemos… algún día – dijo Alex viendo como ella se alejaba por el pasillo, pero entonces vio como ella se regresa y se dirige hacia el y ahora ella es quien le da un beso a el
-Me gustó el beso anterior… besas bien – dijo Ángela con una sonrisa que sabia no podría borrar por un buen rato. Después de eso se fue a su casa dejando a un Alex entre sorprendido y feliz. Y este ahora sabia que después de haber besado a Ángela, el podría morir completamente feliz.
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Ángela decidió llamar a su novio ese día. Habia sido convencida por su novio Carlos de mantener su relación a distancia, estando el en Piedras Negras y ella en Austin. Pero ahora que se iba a ir a Japón debía poner un fin a eso.
-¡Linda! – se escuchó del otro lado de la línea.
-Carlos tenemos que hablar – dijo Ángela lo mas seria posible.
-¿Pasa algo? –
-Hay que terminar –
-… ¿Q…qué?... ¿Por qué? –
-Sabes que no me gustan las relaciones a distancia y solo accedí por ti y pues si… son 5 horas las que nos separan, pero yo… - no terminó de hablar porque fue interrumpida por Carlos
-Hay alguien mas ¿Cierto? – preguntó con cierto deje de resentimiento en su voz
-No –
-¡No mientas! ¡De seguro te gustó algún asiático o que se yo! –
-Créeme que si habia asiáticos guapos, pero no es por eso –
-¡ah! ¡¿Entonces?!
-¡Me voy a Japón! –
-E… eso es genial – dijo Carlos tratando de sonar feliz
-Si, y por eso debemos terminar, es mucha distancia –
-Podremos sobrellevarlo –
-Cuando decidí seguir contigo cuando me vine a Austin fue porque sabia que podía ir en vacaciones o así a visitarlos, pero ahora estaremos incluso separados por un oceano entero… ni si quiera se si podre volver algún día…-
-¿No tienes planeado volver? –
-No… yo hace mucho te habia dicho que si me iba a Japón era para no volver, debiste tomar mis palabras en serio –
-¿Seguirás siendo mi amiga por lo menos? No quiero perderte por completo – Dijo con su voz a punto de quebrarse
-Claro que seré tu amiga, fuimos mejores amigos alguna vez –
-¿Cuándo te vas? – Su voz temblaba
-Mañana – La de ella también temblaba
-ok... entonces este es el fin… -
-Si… -
-Te amo –
-Esta vez tu ganas… tu me amas mas – Y con todo el dolor de su corazón colgó aquella llamada, pues no podía escuchar mas su voz o sus suplicas, o lamentos por ya no estar juntos, porque eso podía hacer que se arrepintiera de la decisión que habia tomado, y lo que menos quería ahora era arrepentirse.
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Todo estaba listo, días antes de irse a Japón, sin que sus padrinos supieran claro, fue al aeropuerto por los boletos de avión. Tenía sus maletas listas y ahora estaba a solo unos minutos de irse. Hacia 10 minutos que habia llegado al aeropuerto con sus padrinos y ya casi era hora de irse.
*Pasajeros con destino a Japón, favor de pasar a la puerta numero 5*
-Bien… aquí vamos – Dijo Ángela tomando sus maletas y dirigiéndose a la puerta numero 5. Al poner sus cosas por la cinta que revisaría que todo estuviera en orden y antes de pasar para irse al avión, sus padrinos le dieron un abrazo de despedida.
-Nos hablas cuando llegues, no importa que hora sea aquí o allá – Dijo su madrina
-ok –
Y dicho esto ella cruzó la puerta. Se dirigió al avión que le había sido indicado y comenzó a subir. Ya adentro comenzó a buscar el número de su asiento, el cual era el 22. Al llegar a su asiento se sentó ahí para empezar lo que sería su nueva aventura. Tenía puestos sus audífonos escuchando canciones de DBSK cuando la persona que tenía el número de asiento enseguida suyo llego. Ángela no le prestó atención hasta que vio que quien se había sentado era Kevin y estaba saludándola.
-Ah lo siento... no te había escuchado - dijo Ángela mientras se quitaba los audífonos
-jaja no te preocupes -
El viaje comenzó y ambos se pusieron sus audífonos para escuchar música y mantenerse entretenidos en el camino. El viaje duro unas horas, en las que se quedaron dormidos y otras estaban viendo por la ventana, aunque no lograban ver más que nubes. En una de las pocas veces que se quitaron los audífonos escucharon como decían *Estamos llegando a Tokio Japón* Por lo que ellos de inmediato de acercaron a la ventana y quedaron fascinados con la vista que tenían, se veía la ciudad de Tokio desde ahí perfectamente. Al aterrizar tomaron sus cosas y Kevin dijo.
-Bueno hasta aquí... nos vemos, algún día - dijo dándole un beso en la mejilla a modo de despedida
-Claro, suerte - dijo Ángela
-Gracias, para ti también -
Ambos bajaron del avión y Ángela observo como Kevin se iba con unos chicos de la Eitoku Gakuen, pero ella tomo otro camino hasta encontrarse con un muchacho alto, de cabello algo largo que le cubría la frente, pero tenía una gorra negra y lentes oscuros y no se distinguía muy bien su rostro. El sostenía un cartel de color negro con letras de colores que decía "サクラ ~うちは" (Sakura Uchiha). Ella se dirigió hacia donde estaba el chico con el cartel y hablando en japonés dijo
-Yo soy Sakura Uchiha -
-Vámonos Sakura-chan - dijo sonriéndole y quitándole una de sus maletas para ayudarla. Se dirigieron ambos al estacionamiento del aeropuerto en donde el muchacho tenía un auto, ahí en la cajuela pusieron sus maletas y después ambos subieron al auto, estando ella en el asiento del copiloto mientras el conducía. Ya dentro del auto el muchacho se quito la gorra y los lentes dejando a Sakura apreciar su rostro, dándose cuenta que tenia frente a ella a Hikaru Shirosu.
Condujeron en silencio hasta que llegaron al departamento que este tenía. Al entrar Sakura encontró todo en perfecto orden a excepción de una mesa donde había hojas y cercas de ahí estaba un piano, donde suponía Sakura ahí estaba componiendo Hikaru alguna canción.
Sakura siguió a Hikaru por la casa mostrándole este la cocina, el baño, el cuarto de música, la sala, su habitación y la que ocuparía Sakura. Esta habitación fue la última que le mostro y después ella entro a su cuarto para dejar sus cosas. El cuarto era de un tamaño normal, suficiente para ella, tenía una cama, un mueble con una televisión, un peinador con espejo y un armario. Una vez acomodo sus cosas salió de su habitación para encontrarse con Hikaru y él le dijo.
-¿Lista para ser famosa? -