Capítulo 4

Rumy Higurashi nunca se dejaría vencer por Sakura Uchiha. Eso se lo había planteado hace mucho tiempo y su primer victoria contra ella había sido hace 3 años, y con eso se había considerado la vencedora sobre ella porque Sakura después de había ido de Kyoto para estudiar en la capital.

Ahora estaba estudiando en la facultad de diseño en Tokio también, después de mucho estudio para poder llegar a donde estaba. Se había esforzado durante toda su escuela preparatoria para obtener el premio al mejor estudiante del país y aunque había obtenido un lugar en una de las mejores universidades de Japón, no estaba feliz, porque Sakura había obtenido el primer lugar a nivel nacional y no ella.

Fue un evento que fue olvidando después de haber entrado a clases y sumergirse dentro de los estudios, pero la invitación a una reunión de compañeros de la secundaria la hizo pensar que tendría que ver a aquella chica a la que odiaba. Aunque fuera por simple competitividad, la odiaba por el simple hecho de ser mejor que ella.

“Te invitamos a la reunión de la secundaria No. 35 de Kyoto, Japón. Debido a que la mayoría de los alumnos de este grupo ahora residen en la capital, la reunión será en Shibuya, en el restaurante frente a la estación del tren donde se encuentra la estatua de Hachiko, el 13 de septiembre a las 8 p.m. Esperamos puedas asistir”

-¿Así que nos encontraremos pronto Sakura? – sonrió maliciosamente y continuó haciendo la tarea de ese día de clases.

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-¿Qué es eso? – preguntó Hikaru a Sakura cuando entró a la cocina

-Es una invitación para la reunión de la secundaria – respondió sin muchos ánimos y sin siquiera voltear a ver a su primo, manteniendo fija la mirada en el sobre que contenía la invitación. Tan solo con haber leído el nombre de la escuela varios recuerdos vinieron a su mente, lo único que agradecía era que habían sido de los buenos recuerdos que tenia de ese tiempo.

-¿Irás? –

-No lo sé –

-Creo que deberías ir, en esas reuniones te encuentras con los amigos que no uno no ha visto en mucho tiempo y siempre se ponen a recordar. – Le dijo poniendo una mano sobre el hombro de la chica – Cuando yo tuve la mía fue genial – terminó con una linda sonrisa en la que Sakura podía ver su sinceridad

-Tengo muchos buenos recuerdos con esas personas… Pero a la vez tengo malos recuerdos que no quisiera que volvieran – volteó a ver a su primo, concentrándose en esos ojos tan parecidos pero a la vez tan diferentes a los suyos – No por nada me vine a estudiar aquí contigo –

-Bueno… Falta aun un tiempo para la reunión, creo que podrías pensarlo mejor –

-Lo haré – y le dio un beso en la mejilla solamente para molestarlo, comenzando a reír cuando el chico se alejó de ella y tallándose la cara con su mano como si le hubieran lanzado ácido en lugar de un beso.

El timbre del departamento de los primos Uchiha sonó y Hikaru fue a abrir, encontrándose con Seung Hyun

-Hola Seung Hyun –

-Buenos días senpai – saludó formalmente el chico coreano.

-Ay, no seas tan formal, me harás sentir viejo – lo fulminó con la mirada y después le gritó a Sakura para que saliera rápido de la casa.

Guardó la invitación en su mochila antes de salir y se fue con su amigo.

-¿Qué es eso? – le preguntó Seung Hyun apenas salieron del departamento.

-Es una invitación para una reunión de compañeros de la secundaria – respondió sin muchas ganas

-Veo que tienes muchas ganas de ir – le dijo sarcásticamente

-No tengo los mejores recuerdos de mis últimos días en ese lugar – decía sin mirarlo nunca a los ojos y Seung Hyun tomó nota de las reacciones de la chica. Cuando Sakura hablaba sobre temas que le incomodaban miraba al suelo.

-Ya veo –

Siguieron caminando en silencio hasta llegar a la universidad y comenzar con sus clases de ese día. Durante toda la mañana Sakura se encontró distraída, pensando en alguna excusa para no ir y también inventando situaciones con las que se encontraría si iba a esa reunión. Extrañaba mucho a sus amigas, tenía tanto tiempo de no verlas, pero no estaba dispuesta a encontrarse con las personas que la lastimaron. Se encontraba indecisa. Necesitaba nadar.

Suerte que ya era fin de semana y podría ir a desahogarse un rato cuando saliera por la tarde e incluso en la mañana de sábado. Los días ya se estaban comenzando a poner más frescos puesto que el invierno llegaba temprano en Japón, pero por suerte había encontrado hace mucho tiempo un gimnasio con alberca olímpica techada en la que podía nadar hasta que sus brazos ya no se pudieran mover. Porque solo nadando sentía que todo el estrés se desvanecía y su mente se ponía completamente en blanco cuando su cuerpo se movía con agilidad en el agua. Era una sensación inexplicable para muchos y solo comprendida por aquellos a los que les apasionaba ese deporte.

-Sakura ¿Estás ahí? – Seung Hyun la sacó de sus pensamientos a la hora de receso y fue cuando se dio cuenta de que se la había pasado haciendo garabatos en su cuaderno toda la mañana.

-Sí, estaba pensando en ir a nadar, solo eso –

-¿Realmente te gusta no?

-Lo amo… ¿Me acompañas a nadar mañana temprano? –

-Claro – y amaba a ese amigo incondicional que tenía desde que entró a la universidad. En tan poco tiempo ese chico coreano de apariencia linda se había vuelto una persona muy especial en su vida y no sabía que haría sin él.

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El despertador sonó temprano, eran las 8:00 a.m. y realmente no le gustaba levantarse a esas horas, menos en sábado, pero se había propuesto el ir a nadar ese día temprano y así lo haría. El gimnasio abría muy temprano incluso los fines de semana pero sabiendo que nadie iría tan temprano por eso aprovechaba esa oportunidad, para poder nadar tranquila.

Tan solo desayunó algo ligero y fue de nuevo a su cuarto a ponerse su traje de baño de una sola pieza, diseñado para entrenamientos especialmente, un pantalón deportivo color negro, la camiseta de su viejo equipo de nación y una sudadera gris con las letras de “TOKYO” estampadas en ella. Se puso sus goggles alrededor del cuello y guardó la gorra en su mochila. No iba a entrenar tan duro porque ya llevaba un tiempo sin nadar así que no consideró necesario llevar el resto del equipo. Tan solo echó a la maleta una toalla y un cambio de ropa para no regresar mojada.

Estaba por salir cuando el timbre se escuchó por el departamento y Sakura suspiró fastidiada, ¿Quién podría molestar tan temprano en la mañana?, a menos que fuera Seung Hyun no se le ocurría nadie más porque no los visitaban muchas personas más que los amigos de su primo, pero estos entendían perfectamente que odiaban las mañanas y siempre iban en la tarde o noche. Aun así abrió la puerta para ver quien era, dispuesta a gritarle a Seung Hyun por aparecer en su casa tan temprano, aunque recordándolo bien se iban a ver en el gimnasio.

Sus ojos se abrieron lo más que pudieron, que no era mucho ya que eran orientales, y una cara de sorpresa reemplazó la de enojo que tenía.

-Sakura, ha sido un tiempo – dijo la chica sonriente a la pelinegra de ojos verdes.

-Hytamy – fue lo único que su boca pudo articular después de salir un poco de la sorpresa. Inmediatamente se lanzaron a los brazos de la otra para abrazarse, tenían tanto tiempo de no verse, para ser exactos, desde que Sakura se mudó a la capital cuando iba a entrar al segundo año de preparatoria.

-Cuanto tiempo, ¿Qué haces aquí tan temprano? – preguntó Sakura sin siquiera invitarla a pasar, esperaba no tener que hablar tanto con ella en ese momento porque no deseaba ni podía deshacer sus planes de ir a nadar, Seung Hyun la esperaba y no lo podía dejar plantado.

-Vengo a darte la sorpresa que te dije, ¿No leíste mi carta? –

-Lo hice, pero no pensé que fueras a venir tan temprano –

-Tenemos algunas cosas que hacer más temprano, así que pensamos que podrías estar disponible en la mañana –

-¿Pensamos?, ¿Por qué hablas en plural? – pregunta confundida la pelinegra

-Oh – Volteó hacia atrás Hytamy y después a un lado – Te dije que íbamos a hablar con ella, ven acá, no seas cobarde – dijo ella a una persona que Sakura no veía por seguir dentro de su casa

-¿A quién le hablas? – preguntó de nuevo

-Hola – dijo el hombre que se paró junto a Hytamy con una tímida sonrisa. Sakura sintió algo en su interior arder y no supo identificar la emoción, tan solo sus puños se cerraron alrededor de las correas de la mochila que llevaba al hombro, respiró profundo y dijo sin mirarlo

-¿Sabes Hytamy?, podríamos hablar otro día si quieres, incluso más tarde este día, pero en este momento ya tengo algo que hacer y me están esperando – dijo saliendo de la casa y cerrando con llave. No sabía ni quería saber la razón por la que su amiga traía a ese hombre a verla si bien sabía lo que había sucedido entre ellos y como las cosas habían terminado, pero aun así no quiso enojarse con ella y decidió escuchar una explicación más tarde. Se despidió de ella con un beso en la mejilla y corrió por el pasillo del edificio hasta llegar al elevador.

Aunque no había corrido mucho y tenía buena condición para el atletismo sintió que la respiración le faltaba cuando las puertas del ascensor de cerraron después de haber entrado. Se recargó en la pared y colocó la mano sobre su pecho, respirando con dificultad.

-¿Por qué está aquí? – fue lo único que se dijo y después se fue del lugar para seguir con su actividad planeada para ese día.

En el transporte público tardó poco menos de 30 minutos de llegar a su destino, pero cuando estuvo ahí pudo ver como Seung Hyun iba llegando también, solo que a él lo habían llevado en auto sus tíos.

-Hola – dijeron los dos al mismo tiempo y se echaron a reír. Realmente Sakura agradeció poder ver a su amigo después de eso porque estaba segura que sería la única persona que le pudiera poner un fin a su mal humor, aunque el malestar siguiera calándole en el pecho aún.

No esperaron más y entraron al gimnasio. Seung Hyun iba al área de las pesas mientras que Sakura iba directo a la alberca.

-Estaré como una hora ahí, la verdad no sé cuánto me tarde, quiero cansarme hoy – dijo Sakura sacando su teléfono en donde tenía una sesión de entrenamiento que le había a su primo. El odiaba nadar o hacer cualquier tipo de actividad física, pero aun así debía hacerlo cuando estaban en esas clases y ya que ella no podía asistir por obvias razones le pedía el entrenamiento.

-Bueno yo veré que hago por aquí, si termino antes voy y te espero –

Y Sakura Uchiha se fue a sumergir a las aguas cristalinas de la alberca olímpica con fondo azul y rayas que marcaban el fondo de color negro. Tomando aire se subió al banco de salida y se tiró un fuerte clavado hacia adelante para entrar en flecha al agua. Hizo patada de mariposa para elevarse hasta la superficie y tomó aire en la primera brazada para seguir nadando, así durante 6 kilómetros, de diferentes estilos, velocidades y distancias.

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Llegando al apartamento de nuevo al terminar su sesión de entrenamiento se encontró con que Hikaru apenas estaba almorzando y esto realmente no le sorprendía, tenía toda la vida de conocer a su primo y varios años viviendo con él que se sabía hasta la más cochina costumbre que el chico pelinegro pudiera tener.

Dejó las llaves de la casa sobre la repisa de cocina y se fue a su habitación anunciando simplemente “me voy a bañar y luego a dormir y no sé qué haré después, pero no molesten” y de un portazo se encerró en su cuarto dejando a Hikaru y a Seung Hyun algo sorprendidos pero confundidos.

-¿Qué le hiciste? – pregunta Hikaru mirando seriamente a Seung Hyun

-Yo no hice nada – responde levantando las manos

-Bueno, en estos casos mejor ni moverle porque esta chica tiene un temperamento de la fregada – ante ese comentario los dos chicos pusieron una cara de terror.

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“¿Por qué tuvo que aparecer?” pensaba de nuevo Sakura mientras sentía el agua caliente de la regadera correr por su cuerpo, apretó los puños con furia y soltó un golpe a la pared. Se sintió débil de nuevo y se enojó consigo misma. Porque esa persona que había logrado herirla tanto estaba ahí de nuevo seguramente para hacerle lo mismo y le enojaba demasiado el sentirse de esa manera aun cuando ya ha pasado demasiado tiempo y esos recuerdos debieron quedar suprimidos en lo más recóndito de su memoria.

Precisamente por eso había comenzado a entrenar natación como un deporte serio, porque el hacer tanto ejercicio la hacía fuerte y esto por consiguiente le hacía tener más seguridad en sí misma. No podía dejar que “él” afectara su vida de nuevo.

Terminó de bañarse, se secó el cuerpo y un poco el cabello con la misma toalla y se puso ropa cómoda, ese día no pensaba hacer nada más que estar encerrada en su cuarto. Sus ánimos andaban por los suelos, tanto que muy apenas y se llegó a sentir algo mal por dejar solo a Seung Hyun con Hikaru cuando los tres habían planeado jugar videojuegos esa tarde. Se acostó en su cama mirando hacia el techo de su cuarto y sin que ella lo hubiera querido, los recuerdos de esa parte dolorosa de su pasado invadieron su mente.

FLASH BACK

Cuando aún vivía en Kioto, estando en tercero de secundaria y teniendo 15 años, Sakura era novia de Kazuya Harada, un chico apuesto con el que había iniciado una amistad que se convirtió a los pocos meses en romance. Ambos tenían una relación estable y feliz y la familia de ambos estaban enteradas de ello, por lo que no tenían ningún problema en cuanto a sus padres.

Un día a la hora de salida a la pelinegra le había tocado salir más tarde de lo usual porque fue su turno de limpiar el pizarrón y dejar todo en orden para el día siguiente. Detestaba limpiar y ordenar cosas pero aun así le gustaba que el salón estuviera tan solo y en calma. Terminó rápido para ir al salón de Kazuya para irse juntos a casa, había dado la casualidad que al chico que le tocaba quedarse le había surgido algo de improviso con alguien de su familia y su novio lo reemplazó. Iba con su mochila en mano cuando entró al salón y lo que vio marcó el fin de su relación con el muchacho Harada.

Rumy  Higurashi, una chica del grupo de Kazuya, la cual también estaba enamorada de él, lo estaba besando y Kazuya no hacía nada al respecto. Al escuchar el chico la puerta del salón ser abierta se separó inmediatamente de Rumy y vio a Sakura. Ella solo salió del aula cerrando la puerta tras de sí. Aunque dicen que a esa edad el amor no es tan fuerte, para ella era muy importante ese chico, bien dicen que el primer amor siempre duele. Kazuya corrió detrás de ella hasta alcanzarla, cosa en la cual no tardó mucho porque él corría mucho más rápido que ella, y le dijo

-No es lo que parece –

-Claro – Dijo con tono sarcástico Sakura – No soy tonta ¿sabes? –

-Te estoy diciendo la verdad, ella me besó –

-Sí, y tú no hiciste nada para detenerla, pero anda, hazte la víctima –

-Por favor… ¿Qué acaso no me crees?, ¿No confías en mí? –

-No… no te creo… y… acabas de destruir la confianza que te tenía. – dijo Sakura y le dio la espalda antes de que las lágrimas salieran, lo que menos iba a dejar era que la vieran de esa manera, tan débil y vulnerable. - Los dos son igual de culpables – y se comenzó a alejar de él.

-¡Sakura! – le gritó desde donde estaba

-¡Terminamos! – le gritó de vuelta y desapareció de la vista de Kazuya.

Después de eso vio como Rumy declaraba ante toda la escuela que era novia de Kazuya. Aquello le afectó aún más y aunque había dicho que no le importaba era todo lo contrario. Sin Kazuya decía quererla tanto y trataba de poner tantas excusas para que no creyera lo que había visto ¿Por qué ahora tan fácilmente declaraba que era novio de esa tipa?, sin duda esa era una pregunta a la que nunca encontraría respuesta. Sakura se fue a vivir a Tokio tiempo después con su primo Hikaru que iba a entrar a la universidad cuando terminó el primer año de preparatoria. No podía estar más viendo a ese par, especialmente cuando Rumy besaba a Kazuya cada vez que ella estaba cerca y podía verlos

FIN DEL FLASH BACK

Una lágrima rodó por su mejilla cuando cerró los ojos para tratar de borrar aquellos recuerdos. Se levantó rápidamente de su cama y se fue al baño a lavarse la cara, ni ella misma podría verse en ese estado si era por ese tipo.

Después tomó uno de los tantos libros que tenía en su librero, porque su pasión después de la natación era leer y escribir, y ahí pasó un buen rato para despejar su mente.

Se dio cuenta de que ya era después de mediodía cuando su estómago rugió por comida y vio la hora en su celular. Observó su habitación por un momento y vio su katana, aquella que había comprado en una tienda de antigüedades solo porque amaba esas armas y porque era fan de Sasuke, el personaje del anime Naruto. Sacó el arma de su funda y salió de su cuarto con ella.

Hikaru y Seung Hyun se encontraban jugando en la televisión cuando escucharon la puerta de la habitación de Sakura ser abierta. Pusieron pausa a su juego y voltearon hacia el cuarto para ver como la chica salía con una espada en la mano. Aterrorizados se levantaron del sillón y Hikaru tomó la katana que tenía de adorno en la pared y se ponía en posición de defensa mientras que Seung Hyun se refugiaba detrás de él pensando en algo que haya hecho sin darse cuenta para que Sakura lo quisiera matar.

-Sa… Sakura por favor… ba… baja la espada, no quiero pelear contigo – dijo Hikaru más que asustado. Varias veces había peleado con ella en unos cursos de kendo que tomaron el invierno pasado y la chica tenía demasiada fuerza, tanta que el pelinegro había terminado con varios moretones en el cuerpo por los combates con espadas de madera.

-Si… Sakura… guárdala, no desquites tu enojo con nosotros – dijo Seung Hyun

-JAJAJA – se comenzó a reír Sakura mientras bajaba la katana – Debieron ver sus caras suplicantes de piedad  dijo mientras seguía riendo. Sin duda era la mejor broma que les había jugado. Ellos sabiendo que una mujer enojada es peligrosa se habían asustado por la escena que vieron pero ahora solo reían nerviosamente con ella, ya que aún no soltaba el arma.

Unos minutos después sonó el timbre del departamento haciendo que los tres muchachos voltearan a la puerta. Sakura fue rápido a abrir la puerta y se encontró con la causa de su enojo. Su sonrisa fue de inmediato reemplazada por una cara de seriedad total, reflejando solo en su mirada el odio que sentía, con esos ojos que siempre decían “te voy a matar” que poseía.

De la manera más fría le dijo

-¿Qué haces aquí? – dijo remarcando el pronombre

-Quiero hablar contigo –

-No tenemos nada de qué hablar – dijo Sakura cerrando la puerta pero Kazuya puso el pie impidiéndole tal acción. Al ver esta escena Hikaru supuso quien era y le preguntó a Sakura

-¿Este es el imbécil que te rompió el corazón hace casi 4 años? –

-Si… el mismo – respondió con algo de dificultad Sakura sin despegar su mirada de él.

-¿Cómo te atreves a aparecer aquí? – preguntó Hikaru enojado una vez que se acercó a Kazuya apuntándolo con la Katana.

-Explica eso de que le rompiste el corazón a Sakura – dijo Seung Hyun también enojado, sin saber si era porque Sakura era su amiga o por una razón más fuerte que esa, tomando el arma de las manos de Sakura y acorralando a Kazuya.

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Este capítulo fue más largo que los demás y por fin pude unir uno de los hechos importantes de la historia en los que ya había pensado. Esto se pone cada vez más bueno jijijiji

 

 

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