-Vete de aquí YunHo – le dijo el señor Kim, quien en un principio los había apoyado después del disparo que dejó inválido a Jae Joong
-Señor, por favor –
-YunHo, nunca había visto a Jae Joong tan mal antes y esto se lo causaste tú, no quiero que mi hijo vuelva a ser lastimado –
-No le hagas caso, entra a verlo – dijo la madre de Jae Joong, y estando los dos padres de su ex novio en desacuerdo, no sabía a quién hacerle caso para que no se enojaran.
-Hye Jin – habló su esposo
-Hyuk Su tu no lo escuchaste llorar después de dos años, déjalo pasar y ver cómo reacciona Jae Joong – y con la mirada que le dedicó la señora Kim a su esposo lo convenció, porque lo menos que quería el padre de Jae Joong era pelearse con mujer, quien ya había comprobado que en muchas ocasiones tenia la razón.
YunHo después de observar la discusión simplemente hizo una ligera reverencia y pasó directo al cuarto de Jae Joong, entrando silenciosamente por ser temprano en la mañana, y conociendo a la perfección a su amor, sabía que debía estar dormido a esa hora.
Al verlo dormir tan tranquilo, con las sabanas hasta su cintura, con sus brazos abrazando una almohada y su cabeza en otra, en donde sus cabellos claros estaban esparcidos por la almohada, se dio cuenta de lo mucho que había cambiado. Estando en el servicio militar todos los días eran iguales y no había tenido realmente noción del tiempo estando ahí, no había puesto real atención en el tiempo que pasaba, era como si hubiera estado en un trance del que parecía que nunca saldría, su vida se había convertido en una monotonía estando cumpliendo con un servicio para su nación, lo cual había sido también su manera de escapar del mundo y del sufrimiento que le causaría estar lejos de Jae Joong.
Se acercó lentamente hacia la cama y se sentó en una de las orillas, hundiéndola un poco. Pasó su mano por el cabello teñido de Jae Joong y se acercó a su rostro, dejando un suave beso en su mejilla. Una lágrima corrió por la cara de YunHo y cayó sobre los labios de Jae Joong y al sentir la humedad en su boca, Jae Joong comenzó a despertar.
-Jae – aquella voz con la que todos los días soñaba, que todo el tiempo anhelaba y en la que estaba empezando a perder la fe de volver a escuchar en la vida real de nuevo lo hizo abrir por completo los ojos y enfocar su vista en la persona que se encontraba en su cama, a su lado. Se sentó en la cama y miró fijamente a YunHo, sin creer que de verdad estaba ahí. Abrió su boca pero las palabra simplemente no salieron, porque no tenía algo planeado para decir, su cerebro solamente enfocaba a YunHo y el hecho de que se encontraba con él ahora.
Con su mano derecha tocó su rostro, pasando sus dedos por sus mejillas, sus ojos, sus labios y terminando por subir de nuevo a quitarle el gorro y dejando suelto el cabello que ya había crecido, enredando sus dedos en esas hebras negras. Con su mano izquierda tomó el otro lado de su cara y manteniéndola solo en su mejilla, lo único que pudo hacer fue darle una cachetada.
YunHo no pudo decir nada, tan solo dejó que Jae Joong lo golpeara tantas veces como quisiera, porque sabía que se lo merecía, eso y mucho mas. Ni siquiera merecía que lo dejara volver, pero ahí estaba dispuesto a hacer lo que fuera por reconciliarse con el amor de su vida.
-Idiota – susurró Jae Joong con lágrimas en sus ojos
-Lo sé, y lo siento –
-Eres un estúpido – golpeó su pecho levemente con su puño y después se abalanzó sobre su cuerpo, abrazándolo fuertemente al mismo tiempo que comenzaba a llorar. El moreno inmediatamente correspondió el abrazo y lo dejó expulsar todo aquello que había estado guardando durante esos meses.
-Lo siento Jae, por favor perdóname – dijo YunHo entre lágrimas también
-Fueron los peores 23 meses de mi vida, no lo vuelvas a hacer por favor – dijo Jae Joong separándose levemente para mirarlo a los ojos, manteniendo sus frentes unidas y sus brazos alrededor del cuello del militar.
-Lo prometo – Lo besó en los labios y lo apretó a su cuerpo, saboreando aquel néctar que solamente los labios de Jae Joong tenían y que lo hacía adicto a ellos, mezclado con el sabor de las lágrimas de ambos.
Kim Bora acababa de entrar a la residencia Kim para saludar a sus padres y almorzar en familia cuando vio a Jae Joong y YunHo abrazados en la habitación de su hermano menor, ambos llorando y susurrándose cosas incomprensibles para ella desde la distancia a la que se encontraba.
-¿Qué pasa? – pregunta Bora a sus padres
-Se están reconciliando, no los molestes y entra a la cocina – le respondió su madre arrastrándola hacia el lugar mencionado. Porque conocía a la perfección a su hija y le encantaba meterse en la vida de su hermanito.
Volviendo con YunHo y Jae Joong quienes estaban abrazados como si su vida dependiera de ello.
El mayor se encontraba aferrado al cuello del moreno mientras aún las lágrimas corrían sin intención de parar por su rostro, al mismo tiempo que el cantante estaba acariciando la espalda de su amante para consolarlo. Los sollozos del castaño le llegaban al alma a YunHo, pero sabía que no podía hacer nada mas que dejarlo llorar, que desahogara todo aquello que llevaba guardado desde que se habían separado.
-Ya no llores Jae, ya estoy aquí-
-Lo sé, solo no puedo evitarlo- le dijo riéndose de si mismo por no poder controlarse. Había sido como si hubiera abierto el grifo de una regadera y no había quien la parara, por lo que el agua simplemente seguía corriendo.
YunHo se aventuró nuevamente a probar los labios de Jae Joong, mordiéndolos levemente y jalándolos. Jae Joong hacía lo mismo y soltaba suaves gemidos cuando el moreno apretaba sus muslos.
-Cierra la puerta- le dijo Jae Joong a YunHo cuando tuvo la oportunidad de hablar entre tantos besos. Estaba a punto de perder la razón y recordó que se encontraban en casa de sus padres y podrían verlos. El menor hizo lo que se le pidió e inmediatamente regresó a su amante, tumbándolo por completo en la cama para seguirlo besando.
-Te ves bien con ese color de cabello – le susurró al oído YunHo para después dejar un beso en el lóbulo de su oreja, haciendo que una corriente eléctrica pasara por la columna de Jae Joong y soltara un gemido placentero por la caricia. YunHo siguió dejando besos por su rostro hasta llegar a su cuello, dejando marcas sin importarle quien las fuera a llegar a ver y sin soltar nunca la mano de Jae Joong.
-Tú te ves sexy con traje de militar – dijo Jae Joong y se rió traviesamente cuando sus manos comenzaron a desabrochar la chaqueta y quitársela junto con su camiseta. Se habían despojado de sus ropas tan rápido que el moreno pensó que hasta pudieron haber roto un record de rapidez entre ellos, pero tan pronto como vio el pecho blanco de su pareja, todo pensamiento se esfumó y acercó su rostro a aquel torso blanco, comenzando a besar y chupar por todos lados.
Jae Joong gimió y se retorció de placer debajo de YunHo, mientras este seguía bajando cada vez más, hasta llegar a su parte más sensible, sin esperar ni un solo segundo para comenzar a darle aun mas placer. El mayor no hizo nada más que apretar fuertemente las sabanas con una de sus manos y con la otra acariciar el cabello del moreno mientras le hacían sexo oral.
Aquel placer siempre es bien sabido por ser efímero, y ni tan pronto ni tan tarde el orgasmo terminó invadiendo el cuerpo del castaño, haciéndolo soltar todo en la boca de su amante, quien lo recibió gustoso. YunHo subió de nuevo hacia el rostro de Jae Joong y lo besó apasionadamente, dejando al mayor probar su propia esencia mezclado con el sabor de la boca de su amante.
Jae Joong cambió posiciones y comenzó a pasar lentamente sus manos por todo ese cuerpo al que era adicto, llegando a su objetivo principal y comenzando a bombear aquel prominente miembro con sus manos mientras ahogaba los gemidos de su pareja con su boca. Fue dejando besos húmedos por todo el pecho y abdomen de YunHo, entreteniéndose con el ombligo del moreno, haciéndolo desesperar, hasta que por fin sus rojos labios se cerraron alrededor de ese trozo de carne, sin poder evitar esta vez que su amante soltara un gemido de placer por la acción.
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En la sala de la residencia Kim se encontraban los padres y la hermana de Jae Joong tratando de comer algo mientras veían televisión juntos, pero los gemidos de los dos amantes no los dejaban concentrarse en lo que hacían, en especial a Bora, quien estaba ligeramente sonrojada, pensando que su hermano ya no era tan chico como lo seguía pensando hasta hace poco.
-¿Tienen que hacer esto aquí? – pregunta Bora a sus padres, haciendo que Hyuk Su volteara a ver a su esposa de manera suplicante, diciéndole con la mirada que fuera y les tocara la puerta para recordarles que habia mas gente en la casa y que no era momento de hacer ese tipo de cosas, pero ahora la señora Kim era la mayor defensora de esa pareja que había pasado por tantos problemas, y ella simplemente los ignoró a ambos y siguió comiendo del pastel de fresa que tenia en su plato.
-Hye Jin-ah – habló su esposo, logrando que tan siquiera lo volteara a ver la mujer que seguía comiendo – Haz que paren por favor –
-Déjalos en paz, una vez tu estuviste en mi contra cuando no quería que esos dos estuvieran juntos, ahora es al revés, espero comprendas como me sentí – y así la mujer volvió su vista al televisor.
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Jae Joong terminó por tomar todo el semen expulsado por YunHo para después continuar besándose. Nuevamente el moreno se posicionó arriba y cuando estaba por penetrar al castaño, recordó algo importante
-¿Tienes condones? –
-No… Para que si no estaba con nadie – y en lugar de sentirse culpables, ambos comenzaron a reír, tomando ese comentario como un chiste, como debía ser.
-¿Lo dejamos hasta aquí? –
-Si, no quiero quedar embarazado – respondió Jae Joong – Aun – dijo esa última palabra en un susurro.
Y YunHo se acostó al lado de Jae Joong, abriendo sus brazos para recibir a su novio quien gustoso lo aceptó y recostó su cabeza en el firme pecho de su pareja, sintiéndose aliviado porque había pensado que jamás podría volver a hacer aquello.
Hablaron durante horas, dándose besos de vez en cuando al hacer pausas, porque dos años no se relatan en cinco minutos. Y con cada beso que compartían, con cada mirada que se dedicaban y con cada palabra que salía de sus bocas, sentían como la herida en sus corazones se iba cerrando poco a poco, sin dejar evidencia de que alguna vez se hubieran hecho daño, de que alguna vez se hubieran separado y de que alguna vez hubieran llorado por desamor.
Jae Joong le platicaba como habían sido los meses en la terapia física, hasta el momento en que por fin había podido caminar, y YunHo no puedo evitar sonreír, mas al recordar lo que había soñado la noche anterior y comprobar que lo que le contaba su novio era muy parecido a lo que él había visto mientras dormía, era como si hubiera estado con él y lo hubiera visto por sí mismo. Mientras que YunHo le contaba todo lo que tenía que hacer en el servicio militar, desde levantarse sumamente temprano hasta acostarse justo cuando apagaban las luces en todas las habitaciones, todo el ejercicio que debía de hacer y cualquier tarea que le asignaran.
-Tienes mas músculos ahora – dijo Jae Joong picando suavemente con su dedo índice uno de los pectorales de YunHo, haciendo que el menor se riera un poco.
-¿Te gustan? – le sonrió de manera pervertida
-Me encantan – y aunque no pudieran hacer algo en ese momento, eso no impidió que el castaño se sentara sobre su novio y lo comenzara a besar apasionadamente de nuevo.
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No supo a qué hora se habían quedado dormidos, solo abrió los ojos y se dio cuenta al mirar por la ventana del cuarto de Jae Joong que estaba por oscurecer, y algo alarmado, YunHo se estiró con cuidado para tomar su chaqueta y sacar su teléfono y ver la hora, que marcaba las 8:40. Según el permiso que había solicitado en la oficina de su base militar, debía regresar antes de las 11:00 de la noche, para alcanzar a entrar a su habitación antes de que las luces se apagaran.
Con pocas ganas, movió a Jae Joong, quien se encontraba abrazado a su cuerpo y con una ligera y casi imperceptible sonrisa en su rostro. El universitario abrió los ojos lentamente, encontrándose con la mirada de YunHo, y sonrió de nuevo, porque una parte de él seguía insegura, seguía sintiendo que todo podía ser un sueño del que despertaría en cualquier momento.
-Joongie, debo irme –
-¿Qué?, ¡No! – le dijo Jae Joong incorporándose rápidamente en la cama
-Pedí permiso por este día para venir a verte, debo regresar – le explicó YunHo, acariciando el pálido rostro de su amante con delicadeza
-Pero Yunhie… -
-Saldré definitivamente en una semana, y vendré por ti. Te lo prometo –
-¿De verdad lo prometes? – hizo un puchero que lo hizo ver como un niño pequeño
-Si Jae, de verdad lo prometo – y así YunHo se levantó de la cama y comenzó a ponerse su ropa, y Jae Joong después de observarlo por unos segundos procedió a hacer lo mismo para acompañarlo hasta la puerta y despedirse de él.
Cuando salieron del cuarto, el padre de Jae Joong se encontraba viendo un partido de soccer en la televisión de la sala mientras que su madre preparaba la cena.
-¡Oh! Se levantaron justo a tiempo para cenar, tendré lista la comida en unos minutos - dijo la Hye Jin
-Gracias, pero debo regresar a la base ya – se disculpó YunHo haciendo una ligera reverencia y fue hasta la entrada de la casa a ponerse sus zapatos.
-Ven por mi apenas salgas de ahí – le dijo Jae Joong, pasando sus brazos alrededor del cuello de YunHo cuando este estaba sentado en el suelo atando sus agujetas.
-Lo haré Jae – volteó su rostro solamente lo suficiente para darle un beso en los labios a su pareja y después de levantó.
-Nos vemos en una semana Joongie, cuídate – habló nuevamente YunHo y el mayor no hizo otra cosa más que abrazarlo fuertemente.
-Te amo YunHo, también cuídate – besó sus labios durante un largo tiempo, para recordarlo durante toda la semana y lo soltó
-Y yo a ti Jae Joong –
Y cuando YunHo salió de la residencia Kim, Jae Joong no se sintió para nada triste. Al contrario, se sentía sumamente feliz porque el amor de su vida había vuelto a él. Por fin pudo comprobar lo cierta que era la frase de “Todo lo que está destinado para ser tuyo estará ahí, no importa cuando tiempo pase”.
-Volviste justo a tiempo Yunhie. Un día más y te hubiera olvidado de verdad – Susurró Jae Joong para sí mismo antes de entrar a su casa con una sonrisa de loco enamorado.
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Como entreno mas tarde y menos horas he tenido tiempo de escribir un poco. Aqui solo hay cursileria de la que me nace solo cuando escribi YunJae :') Y bueno, como ven, YunHo esta de vuelta :D!
El mpreg.. que mencione en las preguntas del capitulo pasado, fue solo como para recordarles que en esta historia habra MPREG y que no se les olvidara asdlfjlasdf. Pero aun falta para que llegue :)
Espero sus comentarios y nos vemos en los siguientes capitulos. Creo que la siguiente actualizacion sera de "Special" :B
L@s amo
~Always Keep The Fatih~