3. I can't let you go

YunHo despertó, como todas la noches durante esos casi tres meses, con esa sensación de vacío en su pecho. Cada noche soñaba con lo mismo, que Jae Joong estaba a su lado, que todo era felicidad como en los primeros años de su relación, pero después terminaba despertando cuando su pelinegro se iba de su departamento, cuando se alejaba para siempre de su lado. Abría los ojos y por inercia llevaba su mano a sus labios, los cuales aun recordaban esos besos que siempre se daban, esos besos que hacían que sus corazones latieran más rápido de lo normal, de lo considerado sano, esos besos que hacían que sus labios quedaran hinchados y rojos de tanto ser probados, esos besos que les quitaban el aliento. Y entonces la culpa nuevamente lo consumía, haciéndole recordar el por qué el amor de su vida lo había abandonado, las lágrimas se aglomeraban en sus ojos y sentía que no podía respirar.

Y eso era lo que se había convertido en una rutina para Jung YunHo, una vida monótona en la que no tenía sentido vivir, o buscar su felicidad, porque esta misma se había ido por la puerta de su casa, porque él mismo la había dejado ir, él mismo la había alejado de su lado.

-Regreso más tarde – dijo Jae Joong tomando las llaves de su auto y saliendo de su casa. Era lunes por la mañana y aunque no le gustara levantarse temprano, tenía que hacerlo para ir a su trabajo. Condujo por poco menos de quince minutos hasta llegar y estacionar su auto en el lugar que tenia apartado por parte de su empresa.

-¿Sabes cómo puedo contactar a Jae Joong? Al parecer cambió su número de celular y… - hablaba un desesperado moreno peli castaño con su amigo YooChun, mientras bebían un refresco en una cafetería cercana a la casa de ambos.

-¿Para qué quieres hablar con él? No te quiere ver –

-Por favor Chun… me arrepiento de haberle hecho daño, todos los días lo hago, y quiero pedirle perdón… y tenerlo de vuelta-

El pelinegro lo pensó un poco, haciendo a YunHo entrar en desesperación aun más. YooChun observando bien a su amigo, logró ver en sus ojos que este estaba diciendo la verdad. Solamente necesitaba ver un poco a su amigo, para ver que este hablaba enserio. Porque él había sido el principal testigo del amor de esos dos, y también fue la persona que los juntó desde un principio.

Jae Joong dejó salir un suspiro de alivio al ver la hora en su computador y darse cuenta de que ya era tiempo de irse a su casa. Ese día había tenido mucho trabajo porque su jefe le había dejado encargado un nuevo proyecto con el que recién comenzaron, y era muy importante porque de eso dependía una gran inversión que la empresa haría con otra del extranjero.

Recogió sus cosas y dejó su oficina. Cuando estaba por subir a su auto, escuchó sonar su celular. Lo sacó rápidamente del bolsillo de su saco y cuando estuvo a punto de contestar, vio en la pantalla que era un número desconocido.

-¿Hola? –

-Jae – “Esa voz” pensó el pelinegro

-¿Qui… quien habla? – preguntó con cierto miedo en su voz al pensar que era la persona a la que menos quería escuchar

-Soy yo… YunHo –

-…-

-Quiero hablar contigo ¿Podemos encontrarnos? –

-No tengo nada de qué hablar – respondió Jae Joong lo más cortante que le era posible. Porque aun sentía algo de amor por él y no su corazón le decía que no lo tratara así, pero su mente le decía que si lo hiciera.

-Por favor – se podía notar en su voz como suplicaba por unos minutos

Y Kim Jae Joong seguía siendo débil a esas súplicas del moreno, por lo que accedió a encontrarse con él en el parque al que acostumbraban ir. Puesto que no era muy tarde aun, decidieron verse ese día.

Llegó en su auto a aquel parque en el que una vez YunHo le había confesado sus sentimientos, en el que le había dado su primer beso y en el que siempre caminaban juntos. Se quedó pensando en su auto sobre si debía salir o si debía mejor dar media vuelta e irse, pero entonces vio una figura sentada al pie del árbol más grande que había ahí, y de inmediato lo reconoció. Era YunHo. Suspiró y bajó del vehículo para dirigirse hacia donde se encontraba el castaño.

-Boo- fue directo a abrazarle el moreno cuando estuvo lo suficientemente cerca de el.

-No me toques – el mencionado se alejó de manera algo brusca de él. Pero no lo podía evitar, había sido el mismo YunHo quien lo había hecho de esta manera. El menor guardó silencio y bajó sus brazos hacia sus costados.

-¿De qué quieres hablar?- pregunta Jae Joong de manera fría, esperando que así pueda hacerle entender a YunHo que no tiene deseos de verlo y que hablaba en serio cuando dijo que terminarían. Aunque le dolía mucho ver la expresión de tristeza en sus ojos por la manera en que le había hablado, utilizó toda su fuerza de voluntad para no caer ante esa cara, ante esa táctica que el moreno ya había utilizado antes.

-Lo siento… Por todo el daño que te hice… Yo… Sé que te lastimé demasiado… Pero… -

-¿Pero? –

-Quiero volverlo a intentar Jae… quiero demostrarte que puedo cambiar –

-Yo… - No sabía que decir, quería decirle que no en ese mismo momento, pero aquella palabra no salía de su boca. Las palabras de YunHo se notaban muy sinceras, demasiado para su gusto, pero aun así recordaba perfectamente cuantas veces le creyó y este no había cumplido con su palabra

YunHo se acercó lentamente a Jae Joong y alzó su mano hacia la mejilla de este, el pelinegro retrocedió un poco ante esta acción, pero el moreno fue un poco más rápido y colocó su mano sobre el rostro del mayor, acariciándolo suavemente.

-¿En serio pensabas que te iba a golpear? – preguntó dolido y con extrema tristeza y decepción hacia su misma persona.

El mencionado bajó la mirada, reprendiéndose a sí mismo por ser tan débil y por estar a punto de ceder ante YunHo, por esto decidió quedarse de esta manera y no ver a los ojos al moreno, porque estaba seguro que una vez viera esos ojos chocolate se perdería en ellos como siempre lo hacía.

YunHo lo abrazó suavemente, acariciando con una mano su espalda y con la otra su suave cabello. Sentía a Jae Joong tensarse entre sus brazos, aun cuando lo estaba tratando con cariño y suma delicadeza.

-Por favor… - pidió en un susurro Jung

-Yo… - hizo una pausa para tomar aire y estar seguro de que lo quería decir saldría de su garganta y no se quedaría atorado allí por el miedo. – Esta bien – dejó salir un suspiro

-Gracias – Sonrió levemente el moreno y se separó un poco del chico mas pálido para poder verlo a los ojos y tal vez, solo tal vez, besarlo.

-Pero con algunas condiciones –

-¿Condiciones? –

-Si – habló seguro Kim, separándose de YunHo y mirándolo fijamente a los ojos, con una seriedad y seguridad que estaba seguro nunca le había mostrado. – No me tocarás a menos que yo te lo permita… Tienes que ganarte mi confianza de nuevo… Demostrarme que realmente estas dispuesto a cambiar y que lo estás haciendo, yo iré notando los cambios si es que estos en verdad ocurren. –

-¿Ni siquiera un abrazo?- Un solo día para Jung YunHo sin tocar a Jae Joong era la muerte

-Nada –

-Pero… -

-Te tengo miedo YunHo… mucho miedo – dijo bajando cada vez más la voz – Quiero volverme a sentir seguro entre tus brazos, sentir que ya no corro peligro al estar a tu lado… Pero necesito mi tiempo… Por favor – las lágrimas amenazaban con salir de sus ojos, pero él las contuvo.

-Bien… acepto – Pero aun así se atrevió solo por esa ocasión a darle un beso en la mejilla. –Vamos a casa –

- Iré por unas cosas a mi casa y llego al departamento en mi auto – le dedicó una pequeña sonrisa.

Aunque ya lo había creído muchas veces, esta vez algo dentro de él le decía que realmente las cosas cambiarían, que realmente iban a ser felices de nuevo, y que todo empezaría a ir por el buen camino. Su lema siempre había sido ‘Siempre mantén la fe y la esperanza hasta el final’, pero al dejar a YunHo estuvo a punto de dejar de creer en ello. Miró al cielo susurrando para sí mismo “Por favor, quiero ser feliz… Que todo salga bien esta vez, ayúdalo a cambiar”. Se subió de nuevo a su auto y fue a su casa por sus cosas para empezar esta nueva vida con YunHo.