Capítulo 1
Desde niños siempre habíamos sido muy unidos. Aunque fueran cosas que las demás niñas decían “son de hombres” yo como quiera hacia todo con el, cabe mencionar que yo era de esas niñas que se asocian mas con los hombres por los gustos que tengo, y la principal cosa que nos unía era: el gusto por el anime. A si… y también, la razón por la que se habia vuelto mi mejor amigo desde pequeña era el hecho de que ambos éramos… primos segundos
Mi nombre es Ángela, y si… estoy enamorada de mi primo segundo…
º~º~º~º~ º~º~ º~º~NARRACION EN TERCERA PERSONA º~º~ º~º~ º~º~ º~º~
Paul era un muchacho de 17 años, estudiante de preparatoria, alto, tez blanca, cabello ondulado, color castaño rojizo, ojos cafés.
Ángela una muchacha de 15 años, a punto de graduar de secundaria, de piel naturalmente blanca, pero bronceada por el sol pues entrena natación, cabello castaño, ojos cafés y no muy alta.
Asistían a escuelas diferentes pero en la misma ciudad y siempre estaba uno en casa del otro, aunque la mayoría del tiempo Ángela era quien estaba en casa de Paul pues este tenia muchos videojuegos en su cuarto.
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Un día, que comenzó normal para Ángela, para especificar, era un viernes, Ángela se levanto por la mañana y se preparó para ir a la escuela. Desayunó, se lavó los dientes y se fue.
Sus clases estuvieron normales hasta la hora de recreo cuando la secretaria la mandó llamar pues tenia una llamada telefónica.
Extrañada pues nunca la hablaban al colegio, Ángela fue a atender la llamada. Tomó el teléfono en sus manos y lo puso cerca de su oreja y escuchó la voz de su tía, la madre de Paul, sollozando y escuchó que le dijo.
-P… Paul… el ha… - No pudo continuar pues el llanto era muy fuerte.
-¿Qué… qué pasó con Paul? – preguntó con miedo
-El… ha… tenido un accidente… y acaba de fallecer – dio un gran respiro y continuó – el funeral es en unas horas… -
º~º~º~º~ º~º~ º~º~Ángela’s POV º~º~ º~º~ º~º~ º~º~
Paul… ¿muerto?
Justo con esas palabras que mi cerebro procesó rápidamente, pero mi corazón no quería aceptar, bastaron para hacer pedazos mi mundo.
Colgué la llamada y entregué el teléfono a la secretaria, mi mirada estaba vacía, y sin decir nada salí de la oficina para dirigirme a mi salón.
Al llegar entré, tomé mi mochila y salí de nuevo de ahí. Crucé el pasillo hasta salir de el y corrí hasta la salida de la escuela. Salí de ahí lo mas rápido que pude y con lagrimas en los ojos corría, hacia ningún lugar en especifico, hasta que el cansancio y el dolor en mis piernas se hizo presente, me detuve, con mi puño derecho sequé las lagrimas que ahora corrían por mis mejillas y grité, grité como si nadie me escuchara.
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